A tan sólo un ratejo de Albacete podemos soñar que hacemos bicicleta de montaña, que ninguna senda puede con nosotros, que subimos empinadas cuestas y bajamos arriesgándolo mientras lo damos todo. Soñamos que somos los mejores, que hemos hecho lo que nadie o casi nadie es capaz de hacer y volvemos victoriosos con la barriga llena a nuestras casas soñando que hemos disfrutado de la bicicleta de montaña.
No hay comentarios:
Publicar un comentario