La vida pasa cada vez más rápido y subimos al tren que vemos pasar. Vamos tirando y cada vez somos muchos más para recorrer un camino que parece no tener final.
Siento que estamos llegando a lo más alto, que todavía nos quedan fuerzas e ilusión para seguir adelante, mucho por descubrir y disfrutar y quiero parar el tiempo en este instante.
Tenemos a los que nos precedieron y a los que nos seguirán, somos y estamos casi todos y al tiempo que somos felices con lo que tenemos, sabemos que esta eternidad es efímera sabiendo que algún día recordaremos tanta felicidad.
Gracias a los que me disteis la vida, a los que compartimos la niñez con la misma sangre y a quien amé lleno de inconsciencia y a la sangre de mi sangre. Os quiero.