Hace dos años, le comenté a Marcial, mi intención de hacer 10.000 kilómetros por caminos en una temporada llevando la cuenta de los kilómetros que iba haciendo poco a poco. La pasada temporada terminó con 6.600 kilómetros, a 3.400 de la meta propuesta.
Esta temporada que comenzó en agosto y con una media de 850 kilómetros por mes, me ha llevado a conseguir los 5000 kilómetros quince días antes de los seis meses habiendo superado el bache de la Feria y de las Navidades. Esto tiene buena pinta y para agosto, parece que llegaré a los 10.000 kilómetros.
El desgaste de la bicicleta es notable y con 5000 kilómetros de barro, polvo, piedras y similares, acabo de estrenar la tercera cadena, la segunda corona de piñones, un nuevo juego de platos, nuevas pastillas de freno, casi media docena de radios, en tercer par de cubiertas, un repaso a la amortiguación delantera y un eje pedalier además de un par de roldanas. A todo esto, el servicio técnico y mecánico prestado por Jose, dueño de Bicicletas Valero, ha sido inestimable por su rapidez y profesionalidad.
Respecto al desgaste físico, también ha sido apreciable por la ganancia en fondo de hace unos meses y en explosividad estos días. El descanso entre rutas se intenta hacer, pero las circunstancias y mi forma de ser me lo hacen difícil, haciendo que algunas semanas mis piernas pidan a gritos un reposo obligado.
Respecto a las enfermedades, los costipados pasan de largo, y una adecuada alimentación ayuda a coger fuerzas antes, durante y tras las rutas.
A todo esto, quedan las rutas de más de 100 kilómetros que comenzarán con la llegada de la primavera.
Parece mentira,no te cansas de salir en bicicleta y de conocer tantos lugares nuevos como llevo rodados este año.
Que todo vaya bien y podamos ver los 10.000 kilómetros.
