jueves, 31 de diciembre de 2015

50KM SIERRA ESPUÑA. MIL CURVAS. MORTI. SENDA DEL AGUA Y MUCHAS, MUCHAS SENDAS

Si algo tiene Sierra Espuña es que engancha y eso es porque son muchas las cosas que en esas montañas nos podemos encontrar y nos pueden pasar.
Ya son varias las rutas que hemos hecho y los trazados que hemos colgado en wikiloc, unos para conocer la zona, otros para hacer solo sendas y otros para pasar una gran mañana de bicicleta.
En esta ocasión y como quiera que la zona sur no habíamos frecuentado, con algunos trazados del amigo Jesusmtb y Espubike, ese proyecto de recorrer la zona por sus mejores rincones, nos pusimos manos a la obra para hacer un trazado de esos que no se olvidan.
Y claro, el inicio y el final ya lo conocíamos, comenzar por la senda de las mil curvas y terminar por la Senda del Agua. La cosa estaba en enlazar tramos de sendas y otros intermedios de pistas para conocer la zona de Morti y Aledo.
Los kilómetros han sido sesenta y pocos pero el desnivel se ha ido un poco de las manos y ha superado los dos mil metros. Claro, se trataba de hacer dos subidas con sus correspondientes bajadas para llegar a la Casa Forestal de Morti con mil metros de desnivel en las piernas. Ahora, mil metros de desnivel de una en subida con sendas, pistas y tramos técnicos. Llegar a lo más alto, al camino que nos lleva a los Pozos de Nieve será una auténtica odisea donde poder tomarse las cosas con mucha calma pues el cansancio irá poco a poco minando nuestras piernas.
Lo bueno es que tenemos un par de zonas intermedias una de ellas con agua en la zona de los campamentos donde poder reponer fuerzas.
En lo alto... en lo alto comeremos el bocata y entonces... entonces tenemos más de mil metros de desnivel en bajada que salvar con unos veinte kilómetros por delante. Haremos sendas ya conocidas como la de las 2000 curvas pero otras tantas nuevas y ya realizadas nos esperan.
Lo bueno de todo es que, sabiendo y esperando lo que nos aguardaba nos llevamos las dobles que con sus catorce kilos nos hicieron más cómoda la subida y más impresionante si cabe la bajada, sin achantarnos en ningún momento, todo lo contrario.
Terminaríamos a eso de las cuatro de la tarde, a veinte grados un 30 de diciembre, en manga corta y sudando, cosa que ni de lejos podemos ver en nuestro querido Albacete. Eso sí, el Jarro de Oro no sería lugar de final de ruta con su buen menú para dar el retoque a una ruta en la que sabíamos que comeríamos a mitad de recorrido.
En fin, que decir de Sierra Espuña a quien la conoce y al que no la conozca que se anime que bien vale la pena.


















lunes, 28 de diciembre de 2015

CIEZA, SENDAS AL LÍMITE

Cada lugar y cada senda tienen su filosofía pero las sendas de Cieza y alrededores.... es algo único para disfrutar mil veces si hace falta.

domingo, 27 de diciembre de 2015

EN 50KM NOS ACTUALIZAMOS

Y ahora toca cambiar en cuanto gustos musicales. A ver que os parece el vídeo con la nueva música que vamos a ir colocando.

RUTÓOOOOOOOOOOONNNNNNNN. DOS JINETES A LOMOS DE SUS GIANT TRANCE Y CANNONDALE TRIGGER. CIEZA. SENDAS, SENDAS Y MÁS SENDAS

Hace ya unos años que curioseando, curioseando pudimos aventurarnos a ese rincón bajo montañas y bañado por el río Segura. Cieza, Abarán, Blanca y tantos otros lugares... El Almorchón, Almeces y sendas, muchas sendas como no podrás encontrar en otros lugares. Sendas de Cieza y de la región murciana como las de Sierra Espuña, nacidas con la intención de cruzar collados y bajar nieve acumulada cuando era preciso. Sendas empedradas, calzadas e interminables....
Allí viven Antonio, Lucas, Jesús y otros tantos de la peña Zig Zag que conoceríamos, esas panaderías con sus croissants, napolitanas calentitas y el café con leche antes de la ruta...
Y ahora con la vena endurera vamos más lejos, domesticando animales salvajes en forma de maquinarias rodadas, apurando en las curvas, en las bajadas, en pasos complicados...
Fran.... esto es bicicleta de montaña en estado puro.










Esta ruta viene de otra que ya se hizo en su día y que estaba bastante inspirada en otra de los amigos Jesúsmtb y Jaslucas y que se colgó en la dirección http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=6112165.
En esta ocasión ocurre que es Navidad y poco tiempo tenemos para hacer la ruta a lo que se suman estómagos repletos de comidas y cenas con altas posibilidades de pelechar y claro, se tenía que recortar y suavizar en su parte final, por eso ha quedado una ruta que no por ello deja de ser cicatera y si no, luego hablamos de ello.
Y a todo ello se suma que llevamos las dobles en condiciones y a la espera de lanzarnos por esas sendascas que por estos lares tienen y claro, el disfrute mucho mayor si cabe.
Comienza la crónica...
Hacía tiempo que no lo pasaba así de bien y muchas cosas han tenido que pasar para que con este recorrido tenga una nueva oportunidad de revivir mis mejores sensaciones en bicicleta.
Antes de salir, aparcas el coche junto a la plaza de toros y como está mandado, a primera hora de la mañana o la última de la noche, según se mire, le pides a la chica un café con leche en vaso y una napolitana recién hecha o como en mi caso, con buen relleno de chocolate. Con este desayuno comienza un buen día.
Ahora tomas la bicicleta y buscas el río Segura y tras cruzarlo comienza la jornada con la mítica senda del Zig-Zag en cuesta hasta lo más alto en la ermita. No termina la cosa ahí, debiendo hacer la subida contínua salvo un tramo de senda opcional o camino. La senda es cicatera solo para valientes y técnicos, el resto, seguir por camino.
Seguimos pedaleando cuesta arriba y lo haremos con tranquilidad para que, una vez en lo más alto y con buenas vistas, hagamos una kilometrada de bajada en pista, rápida pero con piedrecilla suelta con la que sentidos y manillar deben ir en perfecta armonia.
Ahora, zona de transición camino de la gran subida del día en pista y final en senda que hará nuestras delicias. El toque final será con una retorcida senda, toda ciclable hasta lo más alto.
Comenzamos a bajar, primero con tranquilidad y luego en una zona llana... llana... tomamos una gran senda larga que tendrá de todo hasta enlazar con otra senda que nos subirá a pie de Almeces.
Luego un poco de bajada en pista y senda de la Madera para ir enlazando tramos y tramos de senda hasta llegar a Cieza.Cuidado con las piedras del final de la senda de la Rambla del tío Benito.
Un festival de bicicleta, sendas, montaña, paisajes, naturaleza y aire puro que llenará nuestros pulmones, retinas y aspiraciones por mucho, mucho tiempo.
Agradecer nuevamente a Jesús y Jaslucas por su ayuda que bien saben resulta necesaria a los que nos desplazamos en coche buscando nuevos lugares y sensaciones necesitando de la ayuda de lugareños y expertos.
¡Que lugar tan bueno para la bicicleta, pero que grande es la gente de Cieza y Abarán¡
Un gran día de bicicleta sin dudarlo y por cierto, llevar agua que hasta llegar a los últimos kilómetros no teneis donde reponer.

PARA BEA, OLIVIA Y JESÚS

Los grandes amigos se merecen pequeños homenajes. Un saludo Jesús y disfruta de la vida como bien sabes hacer.

jueves, 24 de diciembre de 2015

FELIZ NAVIDAD. CERCEDILLA, BAJANDO POR LA SENDA DEL AGUA

Con música de Boney M por si no tienes repertorio para esta noche.
Ahora me tocaba a mi ser quien sale en la grabación. Qué lástima que la cámara no refleje la totalidad de lo vivido puesto que la posición de pecho no es tan impactante como al llevarla en el casco pero bueno, de muestra bien vale un botón.

DEL ALTO DE LA FUENFRÍA HASTA CERCEDILLA, MEJOR IMPOSIBLE

Con el amigo Fran a la zaga bajamos en vuelo rasante por tramos de todo tipo, se comienza por piedra, luego puntos de paso técnicos para luego ir dando paso a las sendas limpias y rápidas. Toda una experiencia que se debe hacer al menos una vez en la vida.

miércoles, 23 de diciembre de 2015

DE ÁVILA A MADRID, EL VÍDEO CON TODAS LAS FOTOGRAFÍAS

Un día que comenzó con la oscuridad y así también terminaría pues vimos tanto, como asomaba y marchaba la luz. Lo que paso fueron muchas, muchísimas cosas de las que las fotografías quedan como un pequeño recuerdo.

lunes, 21 de diciembre de 2015

50KM. CERCEDILLA. FUENFRÍA. SENDA DEL AGUA. LA MEJOR

Ruta especial por aquello de hacer un trazado con el que poder subir dos veces y bajar dos veces, sin concesiones y además con un buen amigo que ganas tenía me acompañase por estos lares.
Pues con la Giant, el compañero Fran y su recién estrenada Cannondale nos hemos dirigido a Cercedilla para disfrutar de este paraiso de la bicicleta de montaña que tiene la provincia de Madrid. Mira que he venido veces y siempre que marcho lo hago con un sabor de boca inmejorable.
Con lo que he ido viendo he buscado hacer una subida hasta el alto de la Fuenfría por el Mirador de los Poetas iniciando la ascensión por parte de la senda del Agua para luego por pista asfaltada y luego camino de tierra superar los primeros setecientos metros de desnivel que una vez llegados a lo más alto serán disfrutados en bajada. El descenso tiene tramos para todos los gustos, comenzando por piedra e inclinaciones con tela marinera, pasando luego por lugares complicados y, finalmente, haciéndolo por sendas limpias y rápidas donde casi casi volaremos. La parte final será por la calzada real que terminará en el tramo de escaleras que nos dejará en el pueblo de Cercedilla.
La segunda subida la haremos completamente por asfalto para ir subiendo hasta tomar el mismo tramo anterior pero nos quedamos antes del Mirador de los Poetas. En vez de llegar a los 1.800 metros nos quedamos en los 1620 y desde allí volveremos a enlazar sendas y más sendas menos complicadas que nos terminarán de llevar hasta Cercedilla.
La verdad es que puede ser la más bonita de las rutas que llevo hechas y son unas cuantas, pero hacer dos sendas totalmente ciclables y bastante largas e intensas y además con el amigo Fran ha sido una grata experiencia.
Que decir de Cercedilla a estas alturas....









ÁVILA. EL ESCORIAL. MADRID . UNA AVENTURA DE 150 KM

Mi etapa en tierras castellanas está llegando a su término y como todo lo que tiene una historia necesita de un final.
Las circunstancias del trabajo han dado lugar a que un fin de semana tenga que quedarme por estas tierras y el diciembre inusual que vivimos con temperaturas lejanas del punto de congelación, han conjurado dos rutas y además con dos grandes amigos. Fran, caballero peñero y Ronal, marqués del Jardín a bordo de un flamante Mercedes llegaron a estas tierras y con unos refrigerios, tapas, hamburguesas y cafés dieron descanso a su cuerpo.
La madrugada, que digo, el final de la noche nos veía arrancar pedaladas con antorchas en forma de focos y así avanzaríamos camino del Puerto de las Pilas. Este primer tramo pasa por Tornadizos por pistas en buen estado para luego subir el puerto entre vacas y prados. Allá en lo alto nos esperaba el amanecer con el embalse del Burguillo al fondo y posiblemente, el Tiemblo y el Barraco a ambos lados.
Nuestro primer objetivo era bajar el puerto y sus tramos empedrados, imposibles y hacerlo con soltura y poco pateo para luego dejarnos caer como almas que lleva el diablo al Herradón y luego, cada vez más lentamente a San Bartolomé de Pinares. Cuestarrón era lo que nos esperaba pero en buen estado el firme y así se superaría el segundo obstáculo.
Arriba nos esperaba la estepa con viento en contra y en algunos lugares gélido sin impedir nuestro impasible avance. Llegarían entonces los pinares que nos harían olvidar las encinas y antes de interminables bajadas, nos dejarían ver a lo lejos, a la izquierda, las Navas del Marqués.
Tremendos paisajes y algunas sendas nos conducen a Valdequemada y unos cafés con leche que nos templen el ánimo pues a la espera está la segunda gran subida. Pedaleamos y llegamos a Robledo de Chavela y poco a poco vamos subiendo por el camino que lleva al Escorial.
Pasaremos junto a las vías del tren en dirección la Estación por una buena senda donde no debemos descuidarnos y después veremos esa calzada romana que no haremos por buscar la silla pétrea del Rey y disfrutar de su Monasterio que parece finalizado. No éramos los únicos y desde allí tomaríamos un tentempié ligero para dejarnos caer al Escorial y disfrutar de cerca de esa mole de habitaciones y líneas sobrias que la historia nos ha dejado.
Lo más duro de la ruta ha finalizado, ahora toca la segunda parte, la que tiene tan solo 600 metros de desnivel por los 1500 que llevamos entre pecho y espalda, 1300 de esos que valen su peso en oro. Y claro, buscando entre dehesas bajando poco a poco llegamos a las sendas de Valmayor y allí disfrutamos como enanos. En un bar próximo al pantano unos músicos deleitan al personal y pedimos unas coca colas para los bocadillos de atún que llevamos “no se permite traer comida” dice compungidamente el camarero y nosotros con toda nuestra pena le contestamos “no hace falta que nos sirvas”. Seguimos sedeando y será por tierras de Galapagar. Al cabo de unas decenas de kilómetros caerán los bocadillos con buenas coca colas y agua fresca pues ya son las dos de la tarde y llevamos siete horas con un café con leche y unas galletas varias.
Ahora viene la traca final, unas sendas por un campo de golf en Majadahonda, llaneo y entrada a Madrid por la Casa de Campo, tremendo el paseo en dirección al lago y disfrute del personal que de toda clase y condición disfruta del espacio natural.
Ahora toca atravesar Madrid y llegar a Chamartín. Pero la travesía tiene como disfrute lo vivido y no el deseo de finalizar. El río Manzanares, el Puente de Toledo, la Puerta de Toledo, el Palacio Real, la Almudena, el Ayuntamiento, las calles del centro histórico, la Plaza Mayor, Dios mío, hasta la bandera, calle Preciados y Puerta del Sol. Hemos llegado nuevamente a nuestro destino, lo hemos conseguido.
Ahora subimos a las bicicletas pues hasta andar con ellas era arduo y casi imposible. Carrera San Jerónimo, Colón, Estadio Vicente Bernabéu, Torres Kio ahora de otras empresas, rascacielos y la estación de Chamartín.
Esperamos el tren mientras hablamos de una gran jornada de bicicleta, once horas y cuarto pedaleando y la retina llena de imágenes. Las piernas cansadas y fatigadas pero volvemos a la ciudad de Ávila. Toca descansar y dejar que el sueño ordene los recuerdos y lo vivido.