Nada más comenzar sales de pueblo y comienzas a subir senda y luego a bajarla, bien trazada, con pasos técnicos y un final en un bancal donde tendremos que descabalgar puntualmente un par de minutos para retomar camino.
Luego iremos subiendo y bajando en un descenso bastante bonito y tras ello, una rambla que nos quitará miedos, temores y fuerzas. Esta rambla que lleva a la aldea del Roble no nos dejara indiferentes. Se puede hacer casi toda subido en la bicicleta salvo algún tramo en el que la cordura nos hará bajarnos de la bicicleta para no buscarnos lo que no tenemos.
Agua, agua en la aldea y luego un poco de subida para disfrutar de los paisajes de la Peña del Roble.
Luego vamos bajando por esa pista rápida que termina rota y debemos ser cuidadosos al tomar la trazada buena.
Ahora viene el cachondeo con un subidón tremendo donde la cosa consiste en no poner el pie en tierra. Luego un poco de pista de molinos y monte hacia la IMPOSIBLE. Llegados a lo más alto la bajada que nos hará poner mucha atención para poder disfrutar sin problemas.
Terminamos tranquilamente subiendo al pueblo y luego al Castillo para disfrutar de las vistas.
Luego, bajadón y un par de escaleras para terminar con buenas y frescas cervezas.
Eso sí, si tienes en el trastero una doble en condiciones y muchas ganas de pasarlo bien, te recomiendo la lleves en la excursión puesto que es lo más recomendable.
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