Esta vez no hemos tenido piedad con nuestras máquinas endureras y menos con nuestros cuerpos y fuerzas que hemos exprimido cual limones hasta que ya no hemos podido más.
Por ello, la ruta es un tratado de bicicleta de montaña; sendas, trialeras, escaleras, subidas imposibles, bajadas complicadas, técnicas, rápidas. Sendas de pedaleo y algo de bicitreking, pues enlazar tramos en ocasiones conlleva ciertos sacrificios.
Así es que hemos terminado cansados, destrozados bajo treinta y cinco grados en plena ola de calor tras una mañana fresca pero completamente contentos y llenos de pequeños y grandes recuerdos de otro gran día de bicicleta.
Obligatorio llevar las bicicletas de doble suspensión con buenos recorridos y estar bien fino en cuestión de fuerza y técnica puesto que en caso contrario, la ruta en ocasiones puede suponer un suplicio.
Aquel que no tenga miedo a nada, ganas de pasarlo bien y de estar dispuesto a cualquier cosa, esta es su ruta.
Tenemos agua en unos cuantos puntos y toda la información se encuentra en el track.
Ah, incluye un buen baño en el Huecar de esos que te quedas "pijirito", pardiez como está de fría el agua.
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