La primera versión de esta forma de hacer bicicleta en Chinchilla ya se pudo hacer el 08 de diciembre de 2013, una manera de enlazar sendas y más sendas, ramblas y trialeras y superar con creces los mil metros de desnivel en una jornada alucinante donde no se puede perder la concentración en ningún momento. Eso sí, piernas al máximo y técnica a tope. La ruta está colgada en wikiloc en http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=5749481
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Ahora, como quiera que llevo ya tiempo fuera de mi tierra y la voy echando de menos, tocaba revisar este pedazo de ruta y sacarle punta. Pues no es por nada, pero además de lo que se hizo en su día, se ha eliminado el poco camino que tenía y se han sumado muchas más sendas. Continúa la locura de esa maraña de trazado en una misión imposible de seguir el recorrido. Pero bueno, con tiempo y ganas, los tracks se estudian y se desmenuzan como muchas veces he tenido que hacer.
Y como hoy me encontraba inspirado, puedo presumir que por primera vez he subido el cortafuegos montado, dos veces el escalón que estaba cicatero, que el repetidor se ha hecho cuatro veces para ir tomando una tras otra todas las sendas que desde lo alto parten y que la rambla camino de las Banderas se ha hecho entera en su totalidad cuesta arriba salvo un momento puntual en el que he tenido que apoyar el pie. Vamos, que no me beso porque no llego.
El día era caluroso y en un par de ocasiones he salido del trazado para reponer agua en las fuentes de las que por cierto, una de ellas de toda la vida ha desaparecido con eso de la urbanización, pero bueno, es lo que toca.
En subidas y bajadas bien he podido recordar a los históricos de 50km como el amigo Fran, Ronal, Jesús o Cabezuelo que poco a poco fueron y fuimos descubriendo este lugar a lo largo de los años. Y es que Chinchilla es algo indeleble en el que suscribe pues desde los dieciseis años, es decir, desde hace veintisiete años, más de un cuarto de siglo, Chinchilla es el lugar donde busco paisajes, naturaleza, historia y disfrutar de un almuerzo o una mañana de bicicleta. Mayor me he ido haciendo, pero bien puedo asegurar que hace veinticinco años me quedaba subiendo recien hecho el Mortirolo con mi bicicleta de carretera, pues la autovía no existía por aquellos días. También recuerdo haber roto la cadena en el castillo y bajar con la cadena en el bolsillo hasta el cruce de la Base donde me remolcaría mi hermano con el Vespino. Hasta unos ciclistas adelantaría bajando y les pediría cinco duros para llamar por teléfono en el Peñón. En Chinchilla llevo muchos sustos y caídas, pero todo ello sin consecuencias pues en cada senda tengo una o varias historias que contar.
Recuerdo incluso cuando el ciclismo de montaña era patrimonio de unos cuantos locos que con nuestros hierros recorríamos caminos y montañas ausentes de sendas o carentes de las existentes sin más cartografía que los mapas del ejército o los que regalaban en el periódico la Verdad. Eran buenos días donde poder rellenar el bidón en la desaparecida fuente del Buho y transitar en buena sintonía con la gente del lugar.
El tiempo ha pasado para lo bueno y para lo malo, pero en términos generales, todo está mejor y por ello se disfruta más que nunca, que Chinchilla será siempre un buen lugar donde hacer bicicleta y sentir mi tierra que tanto echo de menos.
Respecto a las sendas, cuento lo mismo que en la primera versión:
- Zona del arenero.
- Subida al castillo.
- Escaleras.
- Sendas por el castillo.
- Escaleras a la plaza.
- Las zetas nuevas.
- Las zetas.
- El cortafuegos al revés.
- La senda de la Cruz.
- La senda del Pozo de Petróleo.
- Las paralelas del derrumbe.
- La rambla del agua.
- La técnica de las Palabras.
- La perpendicular a las Palabras.
- La nueva de la casa derruida.
- Cuatro subidas al repetidor.
- La senda del escalón un par de veces.
- La senda de Benidorm.
- El bikepark del arenero.
- El tramo de las perdices.
- Y un montón más de tramos y sendas que ni me acuerdo.
En esta ocasión se han evitado tramos imposibles para no tener que bajarse de la bicicleta en ningún momento.
Eso sí, cuidado que tiene tramos peligrosillos, aunque si eres capaz de hacerla tal y como te la dejo bien te aseguro que disfrutarás como un enano.
La califico muy difícil pues para la media de bikers tiene su miga.