Los que me conocéis ya sabéis lo maniático que soy en lo que respecta al cuidado de mi material.
Lamentablemente, con mi última bici, no he tenido suerte al respecto, ya que por más cuidado que he puesto han bastado 3 caídas, una avería de cambio y un resbalón para dejar la bici hecha un Cristo.
La última ha sido éste domingo, cuando debido posiblemente a llevar el guante sucio con barro y húmedo, se me resbaló la bici en parado, golpeando con una piedra con un sonido que ya me hizo casi llorar, la miré in situ y no lo ví, pero al lavar la bici con agua a presión "Horror".
En el tubo horizontal (donde más se vé y donde además confluyen distintos colores), había saltado una lasca de pintura del tamaño de una moneda de 0,5€, dejando una depresión y el alumínio a la vista.
Tras estudiar varias posibilidades para la restauración integral de la pintura (hay una posibilidad muy interesante y no desorbitadamente cara fuera de Albacete, interesados preguntarme), José Valero (Bicicletas Moreno), me puso en contacto con un pintor de automoción, que además es ciclista y que ha hecho pintura de cuadros, incluso dentro de la garantía de Trek y pagado por éstos, que además está en Albacete (he puesto su tarjeta a la derecha para tenerla en cuenta por cualquiera que en un momento dado pueda tener interés).
En definitiva, ha tenido mi bici 2 días, y a pesar de lo peculiar del color de mi bici, ha conseguido que no se note nada, nada, nada el desperfecto más feo y grande del tubo horizontal, integrando además los tres colores según la pintura original. Además ha hecho un pequeño retoque en los tirantes.
Por último he comprado film transparente con el que he forrado el tubo diagonal, horizontal y tirantes, no le he podido dedicar todo el tiempo que requiere y el resultado es francamente mejorable, pero lo mejoraré de cara al puente o en vacaciones, para proteger mejor la pintura.