LA VIDA ESTÁ HECHA DE MOMENTOS Y DE MOMENTOS SE NOS VA LA VIDA
DÍA ESTUPENDO. Contra viento que no marea pedaleamos por sendas y caminos entre cerros y bosquejos. Subimos callejuelas y pasamos por antiguas y remodeladas cuevas, saboreamos un pedazo de historia llena de recuerdos.
RECIEN PRESENTADOS Y COMO DE TODA LA VIDA. Llegados desde donde termina la brisa marina a las entrañas de Mordoc y con la alegría del primer día de bicicleta hicimos las presentaciones dispuestos a pasarlo bien, porque todo consiste en pasarlo bien que es de lo que se trata y dejar un buen recuerdo.
PEPE LE CONTESTÓ QUE TENÍA SEIS AÑOS. Y el demandante se quedó perplejo sin saber la implicita explicación. Respuesta rápida y llena de vida pues su juventud se aferra con fuerza a más de medio siglo como el primer día, como si hubiese vivido ya varias vidas, las suyas y las de los que más quiere. Ahora busca revivir nuevamente acomodando sus ilusiones a un templo con sabiduria.
SONRISAS, ABRAZOS Y UN BUEN RECUERDO. Comenzamos con un café y terminamos en lugar distinto con otro más. Las horas fueron pasando entre sendas y tramos, con charla y alguna sorpresa que otra. Queriamos pasarlo bien y lo conseguimos. Ahora comenzamos a pensar y recordar y deja de hacer aire y frío, ahora pedaleamos con tranquilidad y sin cansancio alguno.
MÍRA COMO PASAN. Algunos sin miedo, otros con respeto y otros cuantos sin reparos afrontan los tramos como si de toda la vida por allí pasasen. Algunos no pueden más y se arrojan al vacio por el cortafuegos y otros sueltan la suspension. Menos mal que de caidas, chapa y pintura nada que declarar.
"NO ES MÁS RICO EL QUE MÁS TIENE SI NO EL QUE MENOS NECESITA" "CON DOS AMIGOS ME VALE"
Y con la sabiduría en la mesa en forma de sobre de azucar, con frase lapidaria el maestro Abarca lo deja niquelado. Termina el día y marchamos, cada uno hacia un lado, ambos opuestos, dejando terminar un gran día de bicicleta y amigos.
Y AGRADECER AL RESTAURANTE VICTORIA Y A SU GENTE EL TRATO RECIBIDO. Pues llegamos por primera ocasión, comimos y que bien comimos, bebimos y que bien bebimos. Nada faltó en la mesa, todo lo contrario pues las viandas nos sorprendian por su inesperada llegada. Colofón en forma de Miguelitos y chupitos sin freno para agradecerles su acogida, comida, trato y servicio.