Desde lo alto de los cuatro cerros que subiremos buscaremos a lo lejos picos y calares nevados a lo lejos, camino del Sur. Al otro lado, montes con esparto buscando tierras murcianas. A nuestras espaldas las Peñas de San Pedro y al fondo la llanura que no deja asomar.
Tan sólo una senda que hacer, tramos de carreteras solitarias de enlace y algún lugar pintoresco como una casa abandonada o un joven perro que se une al grupo.
Felicidades a Ronal por volver a pedalear con nosotros pues te echabamos de menos y a mi gran cuñado Sergio al que tanto le debo por los viejos tiempos en los que nadie como él para esperarme, soportarme y ayudarme (como aquel día en el que pude comerme en montes del Campello mis provisiones y las suyas en una de esas mañanas ciclistas de 100 kilos en canal).
De Alfonso ya no digo nada pues se guarda el gancho y se coloca delante como un leon a la estela del amigo Fran que al ralentí pedalea.
Ruta por lugares cercanos y desconocidos en la que se tiene que coger el
coche pero con poco kilometraje.
El trazado consiste en buscar cuatro subidas y enlazarlas con caminos,
pistas y carreteras vecinales sin tráfico.
- La primera subida la tenemos nada mas comenzar y es la Atalaya de
Lietor. La más larga y empinada con grandes vistas desde lo alto,
pudiendo observar el Padrastro y la cima del Almenara como en las
siguientes dos elevaciones.
- Bajando tenderemos una senda muy entretenida y algo peligrosilla que
nos animara el inicio de ruta.
- Tras un tramo de asfalto, la segunda subida que en su parte inicial y
final tendremos piedra y terreno labrado. El inicio y final se puede
suprimir subiendo directamente desde la carretera.
- La tercera subida, sin nombre, si encontramos el inicio cerrado pues
es finca particular y podemos molestar, tomarla a continuación. Su parte
final hormigonada tiene miga, aunque las vistas recompensan
sobradamente.
- Finalmente, la cuarta subida camino del Mullidar y con bastante
vegetación que nos hará más llevadero el tramo.
Tras ello nos queda pistear camino de Alcadozo y soltar piernas, aunque
algo más de cuesta nos encontraremos.
Lo dicho, una ruta tranquila, entretenida y apta incluso para días tras
lluvia pues de barro no tendremos problemas como ha sido el caso.