lunes, 29 de febrero de 2016

AVILA. MARTIHERRERO. CASASOLA. ANTENA. LA COLILLA. AVILA Y MUCHAS SENDAS

Con una ruta propuesta por el usuario Yayo Alf que tanto y tan bien conoce estas tierras, guardada en favoritos para una ocasión especial, por fin había llegado el día. Las últimas nevadas y lluvias hacen que mis excursiones se inicien desde mi residencia para evitar nieve, agua y barro.
El terreno de Ávila es especial y tanto por la composición de su tierra y la vegetación, por mucho que llueva, se nos hundirá en alguna ocasión la rueda en el camino o en el monte, pero nunca engancharemos barro que nos impida la buena marcha.
Por todo ello, tomando la ruta de Yayo Alf y añadiendo tramos de mi cosecha así como alguna modificación, ha ido quedando un trazado que si ya era bueno para comenzar, ha quedado finalmente "niquelao".
Quedaba nieve y de vez en cuando con precaución en sendas y caminos se debía llevar cuidado por aquello de que la rueda delantera se clavase o patinase, cosa que finalmente no ocurriría.
Los paisajes son bastante buenos con esos páramos y valle Amblés así como en la parte media al llegar a la Antena, las vistas de la llanura manchega.
Sendas tendremos en abundancia y nos harán disfrutar del recorrido tanto en subida como en bajada.
Sin lugar a dudas y gracias a Yayo, esta tarde se ha podido disfrutar de una gran jornada de bicicleta.
















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CON BUEN SALCHICHÓN Y MIGUELITOS SE HACE CAMINO

Otro domingo más cruzando mi querido territorio manchego para cruzar la capital del Reino y tras pasar el túnel del tiempo, llegar a los aledaños de Castilla. El frío y la nieve azotan, pero la parada y el yantar no se realiza en fonda sino a lomos de nuestro carruaje de combustión.
Salchichón de las Casas de Juan Nuñez por aquí, Miguelitos de la Roda por allá y una buena navaja de las nuestras, de las de Albacete y todo está solucionado.
Para terminar un buen café en un bar junto a la gasolinera; miguelitos para el camarero, los dos clientes de la barra y uno que cena con los amigos, tras los cafés el camarero nos invita a licor café del gallego, ha sido un buen rato de risas y sorpresa donde intentamos que el mundo sea un poco mejor.
Ahora con el estómago trabajando seguimos camino, una semana por delante y con buen ánimo, que no quede.