Estos Roblebike son un equipo en condiciones, de esos que son un montón y sea cual sea la ruta se apuntan todos y todos la comienzan y todos la terminan. Tienen gente muy fuerte, gente fuerte, gente normal, gente normalilla y algún mierdasca, pero claro, un mierdasca de este grupo puede que sea alguien normal en otro grupo, cosas de la teoría de la relatividad ciclista.
Y por ello, de la asociación Fran & Miki nace la idea de hacer una ruta dominguera en Peñas de San Pedro cargada de subidas, bajadas, sendas, pistas, carreterillas y todo ello con un ambientazo único, de esos que donde vayan triunfan.
Por ello, al pedalear con esta buena gente, la mañana se te va pasando entre las manos sin darte cuenta, con buenos tramos disfrutones, un par de caidas, un llantazo y una cadena rota, todo se repara y arregla y todos llegamos a buen puerto.
Eso sí, el que suscribe a lomos de mi fiel TL de la que he ido guardando electrones pues bien sabía que saliendo a la carretera del Sahuco el motor no funcionaría pues eso de 25 por hora sería la velocidad mínima... a 40 me han llevado con mi bicicleta veintekilera y claro, la cosa consistía en aguantar y casi reventar hasta la subida final al pueblo que varios kilómetros antes y con aire de cara esperaba. Menos mal que los "habichuelos" no podían pasar de 25 y claro, en manos de este "tramposo" han caido y modificando parámetros del Mision he llegado como un señor. Pero bueno, con el ambiente que he comentado, hemos dejado que el personal probase la TL y claro, era de esperar esas sonrisas cual persona que descubre algo curioso, picante, llamativo y sorpresivo.
Terminamos con la foto de rigor y unos cuantos a comer al restaurante de la plaza, como señores, marqueses y reyezuelos a precios populares.
Todo termina y como me ha dicho un compañero de ruta, "cinco años hacía desde Ayna" y la verdad es que el tiempo pasa pero cuando el ambiente es bueno y la persona es buena, es un placer y mucho más si es un ROBLEBIKE.
Gracias al diseñador del evento, el amigo Fran, el de las Peñas.
