Sierra Espuña me susurraba a gritos mi ausencia que mas que notable, era sobresaliente. Por ello, me dispuse a trazar y retrazar para preparar otra gran ruta en tierras murcianas.
Y llegó el día con un trazado distinto a otras ocasiones pues esta vez se buscaba llegar a Pedro López, sabedor de lo que hasta allí nos espera, pero bueno, ahora contaré.
De momento, se comienza la ruta con las mil curvas que tanto me gustan y que veo en esta ocasión están un poco más degradas en su inicio que en ocasiones anteriores. Eso sí, responsables del lugar han acotado con troncos esas escapatorias que algunos buscaban en bajada perjudicando el entorno, gracias pues al trabajo de los que nos permiten poder ir y disfrutar.
Y tras las mil curvas, más subida en pista y por la senda a la fuente del Hilo, un poco de senda arriba y pista hasta poder llegar al inicio de la senda que nos llevará a la Salvaje. Todo este tramo desde el inicio será de aproximadamente unos 27 kilómetros para encontrarnos con la señora Salvaje. Como era la primera gran senda del día y posiblemente la más técnica y complicada, me concentré y con la frescura de llevar casi 1000 metros de desnivel, bajé el sillín y solté las suspensiones. Y grata sorpresa pues la pude hacer completa sin bajarme de la bicicleta pues, como no, estaba también un poco peor que en otras ocasiones. Pero tela con la Salvaje.
Tras terminar la senda, bajada a la fuente del Hilo y en su restaurante, almuerzo y a reponer agua pues ya había caido un litro y medio largo debido a una gran humedad que había en el ambitente.
Ahora a subir un poco por asfalto y tomar el camino del río Espuña que luego se transforma en senda con rampones de los buenos, seguimos subiendo y para tomar la pista y la carretera a lo alto de los militares, unas zetas que te quitan el hipo.
Tras llegar a lo alto del collado Bermejo, pista camino de Pedro López. Una vez que comienza la subida a lo alto, aprieta dientes y lo que puedas pues entre la pendiente y la piedra, te las ves y te las deseas. Eso si, las vistas desde arriba son preciosas.
Luego, un poco más de subida y por fin la bajada a los pozos de nieve y tras los pozos a buscar las DOS MIL CURVAS. Tramo de curvas cerradas y sendas entretenidas, eso sí, cuidado con los arboles y retamas que buscan nuestra compañía dándonos algún que otro susto.
Al terminar la senda, carretera y bajada en zetas por asfalto para tomar un buen tramo de senda rápida y en curvas cerradas con remonte en pista hasta el Sanatorio y luego a la Pérdiz. Allí repondremos agua y comeremos pues ya llevamos consumidos algo más de tres litros de agua.
Ahora a subir y la senda que sale de casa Leiva y con un remonte en pista un pedazo de senda en bajada que encontré trazando y que es tremenda, difícil y técnica con algunos tramos en los que debes entrar con decisión.
Luego, sucesión de pistas y sendas para terminar en el trasvase cansados, fatigados, extenuados, sabedores que hemos disfrutado de un tremendo día de bicicleta. Ahora a pedalear tranquilamente por el asfalto hasta el coche y a esperar la siguiente ruta.
Sin lugar a dudas, UN GRAN DÍA DE BICICLETA.
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