Ciclista aventurero de un solo día que llega hasta donde el coche y sus piernas le lleven. La única condición, como si una Cenicienta fuese, es volver a casa a una hora prudente; si es ruta mañanera, para poner los cubiertos en la mesa y si es de todo el día, un poco después de caer la tarde.
Y así pasan las rutas y los días, las semanas y los años de un ciclista con familia, trabajo y todo aquello que le puede hacer feliz más algunas cosicas y personicas dispuestas a fastidiarle el día, que de esto último ya queda poco, pues los colmillos retorcidos no pueden con la carne dura.
A lo que iba, que las introducciones si no gustan te las saltas para ir al tema, al meollo, y en este caso es la descripción de la ruta. Es sencilla, un recorrido todo por asfalto de Alcaraz a Paterna pasando por Vianos y el Barrancazo. En esta primera parte, todo o casi todo subida con buenas vistas llegando a Vianos y con alrededores cargados de pinos en la subida al Barrancazo.
Llegados a lo alto del puerto de montaña, comienza una señora bajada kilométrica al cruce de Paterna de Madera pasando por el Cortijo de Tortas y luego a Paterna. Cuidado y reducir la velocidad al pasar al pueblo pues más que carretera es calle Mayor y cada uno hace lo que quiere y como quiere y como la velocidad no puede ser según indicaciones, mayor a 30 km/h, pues eso, llevar cuidado.
Un poco más de bajada y otra buena subida, no con tanto desnivel como en la primera ocasión camino de más alla de los los Catalmerejos españoles como dice Miguel. Despues iremos en ligera bajada con algún repechoncillo camino de Peñascosa y tras pasar el pueblo, seguimos bajando al Santuario de Cortes.
Visita a la Virgen de Cortes, una vela y un deseo y a tomar la vía verde Baeza Utiel en un túnel muy largo que nos lleva al polígono de Alcaraz.
Como información complementaria pero no menos importante:
Decir que el bar de la gasolinera ya no es madrugador y debemos ir al de la salida a Reolid donde el café y la tostada están muy buenos y además a buen precio.
Alegría de ver a Miki Urdiales y a los suyos que terminaban ruta al mismo tiempo que yo y pudimos hablar un poco de esto y lo otro.
La parada obligatoria a la hora del Ángelus en el restaurante LA PAELLA del amigo Alfonso donde esperaba una buena jarra de cerveza y un par de tajás de tocino de esas que solo te puedes tomar allí.
Y cuidado con la carretera y no corras que puede que te lleves algún susto en forma de propuesta sancionadora por rebasar los límites de velocidad.
Ah… al final tomar la carretera si vas con bicicleta de carretera que el túnel es tierra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario