Mañana de tranquilidad con amenaza de lluvia que al final ha resultado lo que se quería y esperaba. Se pretendía hacer una ruteja a base de sendas durante unas dos horas y media y un almuerzo final para darle gusto al cuerpo en forma de tostada.
La Trigger se ha comportado como una leona y el terreno en Chinchilla estaba impecable, como nunca, qué bien le sienta el agua y sin problemas de barro.
El jinete un poco torpe que acumula cansancio de toda una semana y un par de tardes a media jornada en el huerto, con lo que cuesta mover la tierra mojada con la azada y quitar hierbajos.
La previa con el café en EL PEÑÓN, viendo a camareros y camareras mañaneros, personal que comienza la jornada laboral, otros que la terminan y un buen amigo que trabaja en la Seguridad con el que he podido echar un ratejo hablando de esto y lo otro.
El almuerzo fenomenal, pues a los que echábamos de menos el EMPORIUM lo hemos encontrado abierto y con ganas de volver a la carga. La tostada de atún con tomate y anchoas, bastante generosa, una buena cerveza y el café como Dios manda, todo por cuatro euros. Así es que ya vuelvo a tener mi buena escusa para volver a Chinchilla.
Ahora a esperar la mañana de mañana para darlo casi todo en una ruta de unos 100 kilómetros por el río Júcar y con un buen almuerzo si todo va bien en Jorquera, en el restaurante del MIRADOR que ya lo echo de menos.
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