Otro año más y otra ruta de Valdeganga hasta Alcalá y vuelta haciendo sendas hasta ya no poder... y en esta ocasión, aún sabiendo que tras pasar Alcalá del Júcar no tendría agua y eché dos bidones, me pilló el toro y me quedé sin agua y eso suponía volver a toriles y terminar junto al río la ruta, que tampoco está nada mal.
Posiblemente sea una de las rutas más bonitas y entretenidas que se pueden hacer en la provincia y con la opción de incluir muchas más sendas pero el tiempo es un asesino implacable y además, la sed es mala compañera de ruta.
De todos modos, estuvo genial y mucho más al encontrar en Jorquera EL MIRADOR preparado para echar a las ascuas un muslo de pollo deshuesado con patatas, huevo, el vino del terreno y un buen café para seguir, adelante, claro está.
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