Una mañana de esas de agosto donde la máxima puede superar sin problemas los 35 grados y la noche de antes te acuestas sin aire que corra aunque sea ligeramente. Conciliar el sueño es ardua tarea y quedan menos horas para descansar, llega la madrugada y en pocas horas tienes que levantarte.... horror que la medianoche pasa y a las 05,00, antes de que pongan las baldosas, el gallo cante y la no bien nacida vecina deja que su perro sufra en el patio con eternos ladridos.
Por fin, sin saber como y empapado en sudor llega el sueño y así como se cierran los párpados según mandan sistemas nerviosos neurovegetativos suena Serrat con su eterna canción, tienes que levantarte.
Madre de Dios, si es que no descansas y para colmo acaba de salir el compañero peñero de su pueblo donde si que corre el aire y hace fresco. Ya ves tú que falta hace coger la bicicleta a estas horas.
Esperas, llega el compañero de fatigas, sufrimientos, amaneceres, hambrunas, deshidrataciones y ajustamos las bicicletas.
Comenzamos a pedalear y poco a poco te vas espabilando, el aire y el frescor de la mañana ayuda, mucho más la oscuridad que vamos cortando con la luz de los focos. Malditos humanos dicen los conejos a los que molestamos y se cruzan por manadas a ver si caemos de las bicicletas y nos devoran, royendo nuestros huesos.
El caso es que la ruta era a Jorquera y vuelta y por este motivo estuve el día de ayer trazando y trazando líneas con el mapa, total, como un huevo a una cebolla se parece la ruta que vamos haciendo a salto mata.
Y así avanzamos a buen ritmo y van cayendo kilómetros sin darnos cuenta, que con tanto enduro y dobles subiendo y bajando paredes ahora parece que volamos con las casi rígidas.
Y claro, a pocos kilómetros del final vemos una tortilla recién hecha junto a una bandeja de pisto con el pimiento asado. Hoy dejamos la carne a un lado y nos volvemos un poco más sanos.. con el pan caliente, pues el plato quedará mejor que recien salido del lavavajillas.
Llegamos a casa con ganas de hacer más kilómetros que así parece que no cuesta, aunque la siesta ha prometido y justificado el madrugón.
Calor yo......
Ruta ideal para hacer kilómetros sin problemas, mejor en primaveras y otoños, en verano se recomienda madrugar y bastante. Agua en la Marmota en la fuente de la Teja, en el área de servicio de los Abades y en Aguas Nuevas.