Hacía meses que pensabamos ir a Sierra Espuña, incluso quedamos un día de primavera y finalmente fue imposible. En el día de hoy, Cabezuelo, Ronal y el que suscribe, a eso de las 05,30 horas de la madrugada, hemos podido montar las bicicletas en los coches rumbo a Sierra Espuña.
La ruta se planteaba con 64 km, IBP 170 y 2.200 metros de subida acumulada, posible de hacer y más aún comiendo en la zona tras la ruta.
Salimos tras el belmonte de rigor a eso de las 08,00 horas y despues de acompañar las aguas del Travase Tajo Segura un kilómetro, comenzamos a subir una pista para encaminarnos a las 1000 curvas. IMPRESIONANTE eso de subir un sendero interminable de diez kilómetros con curvas de 180 grados, una tras otra, pisando las ruedas terreno limpio, con aljuma de los pinos, pero de subida constante.
Tras ello, un descanso a la altura del bar y Fuente del Hilo para bajar un camino que llegó a convertirse nuevamente en senda y con la montaña al fondo, nueva subida con kilómetros y esta vez, más dura y con el firme del sendero más dificultoso. Ahora, las curvas de 180 grados eran apuestas continuas por no quedarnos a medio y salir airosos, pues reiniciar la marcha era bastante arduo.
Llegados a los 1.400 metros aproximadamente de altura y junto a unos pozos de nieve, reliquia de antiguos tiempos, bajada por sendero irregular, dificultoso, lleno de piedras y más piedras y pendientes imposibles, y claro, el que suscribe, revienta la patilla y cambio trasero con un posterior reventón de cámara. La ayuda de los compañeros de ruta, digna de agradecer, piñon fijo y bajada libre con plato grande.
A continuación un tramo de un par de kilómetros en los que los frenos al rojo vivo y las pastillas al filo del desgaste nos hacían pensar en algún descanso, pues la pendiente era de vértigo. Después, senda en ligera bajada EN LA QUE PODÍAMOS ELEGIR PIEDRAS O RAMAS.
Tras ello, y en una ligera subida a eso del km. 40, tras cuatro horas y pico a una media que no llegaba a la decena de km por hora, el que suscribe se queda con la bicicleta en modo correpasillos y final truncado de ruta y tras la paciencia de mis compañeros y amigos de ruta y varios km a pie, corriendo y a empujones, BAJADA FINAL DE INFARTO durante unos 10 km. en pista asfaltada en perfectas condiciones A ESCAPE hasta el coche.
En fin, la ruta no se pudo completar pues fueron unos 55 km con un desnivel de unos 1.700 metros, pero CON UNO DE LOS MEJORES RECORRIDOS EN AÑOS. Finalmente, guinda en el HOTEL JULIAN, donde la fortuna nos hizo que el dueño y responsable, nativos de Alcadozo, nos agasajaran con un magnífico menu de diez euros CON CERVEZAS DE APERITIVO E IBÉRICOS INCLUÍDOS, LOMO FRESCO A TACOS, POSTRES CASEROS, Y MUCHO MÁS y el coche en el garaje del hotel sin preocupaciones.
VOLVEREMOS A SIERRA ESPUÑA, VAYA QUE VOLVEREMOS.