Pedazo de ruta la marcha de Polop. Pensaba que con sus treinta
kilómetros me iba a quedar corto en una tranquila mañana de bicicleta…
Los 7 primeros kilómetros son tranquilos, con poco que hacer y alguna
senda que no nos augura nada bueno. Un enorme tubo nos dice que no pasemos y al
terminar la senda, debemos saltar una valla con bicicleta y todo para acceder a
una carretera de algo que dejaron a medio urbanizar.
Después, comienza lo bueno. La subida se inclina y vamos en dirección
Pouet. Una senda larga, en subida y con toboganes junto a un barranco nos va
abriendo boca. Luego, algo de pista y subida a lo más alto. Entonces bajamos y
buscamos una senda que hará nuestras delicias, con algunos tramos complicados
en sus cerradas curvas podremos ir varios kilómetros subiendo y bajando para
ver que bien vale la pena el trazado.
La senda termina pletórica con algunos tramos de gran inclinación, pero
todo en general ciclable salvo criterios del ciclista. Tras ello, otra subida
junto a un cauce seco y nuevamente a sendear. Esta será la tónica del trazado
restante al que se une una rampa hormigonada en dirección a un bello paisaje de
montañas donde ciclaremos junto a los escaladores y sus vías.
Más sendas y para ir terminando, la parte de los toboganes de impresión
que a los que no estemos iniciados nos buscarán los límites pero con gran
satisfacción puesto que el terreno está propicio.
La llegada a nuestra meta será tranquila por la zona de nísperos y
limoneros en nacimientos de agua y con un sentimiento de haber disfrutado y
recorrido más kilómetros de los que parecían.
Polop le da un aire a La Nucia, pero es más radical e intenso y mira
que ya es decir....