Ruta tranquila y cómoda, intensa y divertida con la que
poder despedir sin grandes alteraciones el año 2014. Eso si, con catorce sendas
de todo tipo en un recorrido de 55 kilómetros y algo más de 1000 metros de
desnivel, acude con las pilas cargadas y buen ánimo porque estas rutas se
disfrutan con buenos amigos y a buen ritmo.
En mi caso me tocó hacerla con el maestro Fran y el
aventajado alumno Carlos, formando por lo tanto un triplete de magníficos con
los que poder hacer un pedazo de mañana de bicicleta de esas que no te dejan
buen sabor de boca, lo siguiente…
Eso sí, nuevamente agradecer el esfuerzo a la gente de
Valdeganga de los que tomamos casi íntegra su marcha de hace un par de años y
le añadimos, como solemos hacer, unos cuantos kilómetros más de la casa con un
buen puñado más de sendas.
Pues el trazado, no es por nada, queda para enmarcarlo y
además, con el río Jucar onmipresente toda la ruta con sus cañones, agua y
paisajes.
Lástima que el terreno estuviera embarrado, lo que nos hizo
retrasarnos más de la cuenta, pero con precaución pues más vale bajarse que
romper cambios, cadenas, patillas y similares.
Por ello recomiendo que en tiempo invernal tras lluvias y con escarcha
helada, mejor no hacerla pues a medida que la cosa deshiele, tendremos barro
pegajoso y además escurridizo.
Pero aquí, como bien sabemos, de problemas los justos y con
buen ánimo se hacen y terminan las rutas como es debido, caiga lo que caiga.
Tenemos una fuente natural en Bolinches con la que poder
aprovisionarnos a mitad de ruta de agua y para los que necesitan bar, tienen el
inigualable de las Marquillas donde no falta de nada y además bueno y de la
tierra.
Lo dicho, a disfrutar de la bicicleta como lo hacemos en
50km desde hace ya diez años que somos sin lugar a dudas, los mejores.