A ello le añadimos que como compañeros de ruta tenemos a Fran de las Peñas con la eléctrica y a Epi de Dolores con su atmosférica y mas fuerte que el vinagre, un trío de ases para una ruta al efecto.
Y las eléctricas completas de batería dispuestas a poder afrontar un inicial trazado de 105 kilómetros y 3400 metros que por obras, tramos cortados y arreglos sobre la marcha, se quedaría en 86 kilómetros y 2600 metros reales dejados en 200 menos por wikiloc. Tirando de Eco, Trail y Turbo para poder disfrutar de la bicicleta en todos sus sentidos.
Porque subiremos y bajaremos por pistas asfaltadas, cementadas, de tierra, caminos, sendas y trialeras. Con rampones asequibles, otros difíciles, otros imposibles. Agunos tramos puntuales de pateo. Sendas jalonadas de matorrales con pinchos, vamos, tela marinera.
Y los paisajes de impresión, de postal, pues por ello y con la cámara del móvil y otra tipo puente en la mochila, haríamos todos los retratos posibles que fuesemos haciendo. De ello dejaré cuenta en las fotos que se adjunten a la ruta.
Eso sí, tiene una pinta de que en pocas semanas cuando llegue el calor, a ciertas horas, ciertos lugares serán plenos de calor y bochorno. Aún así, tendremos agua en un par de puntos de los que destaca una fuente natural al pie de la Muela que nos refrescará para afrontar un tramo entretenido y difícil para luego afrontar una bajada técnica y complicada pero disfrutona.
Respecto a la restauración tendremos el mismo restaurante para el inicio de la ruta junto al ayuntamiento donde tomar el café con leche y el croissant, la comida del mediodía en forma de menú sabroso y asequible por 11 euros con una paella inigualable y un pollo al horno, todo ello servido por el gran Paco. A mitad de ruta en el Portus, bocadillo de sobaquillo en su pequeña y bonita playa.
A mitad de ruta, al llegar nuevamente al puerto de Cartagena, se puede dar por finalizada la ruta. En caso de querer continuar, la zona de la refinería es otro mundo que nos dejará un par de subidas a San Julián y la ermita con la bajada del Calvario.
Para hacer la ruta pinta mejor en diario pues en fin de semana y festivos tiene que estar transitada en sus diversos puntos y ello causará problemas a los que circulen por las aglomeraciones.
Para los que hemos descubierto a nivel particular estos rincones, las sensaciones son únicas e inigualables, disfrutando de unas construcciones que evocan un pasado espectacular pero seguramente prohibido a paisanos como nosotros pues no se puede tener todo.
En fin, UN GRAN DÍA DE BICICLETA.
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