La bicicleta de gravel tiene sus límites, como tambíen los tiene la de carretera, la de montaña rígida, la doble, la eléctrica y todo en la vida. Y es que cada cosa está hecha para una serie de utilidades y si la empleas para otras que exceden sus capacidades, pues que tendrás problemas.
Recuerdo hace ya algo más de 30 años cuando con mi bicicleta de carretera se me ocurría de vez en cuando meterme por caminos. Mi padre me recordaba lo tonto que era por utilizarla para un fin que no estaba hecha puesto que las ruedas terminaban por deformarse.
Ahora, pasados los años, tengo la bicicleta que quería y puedo circular por caminos pero eso, por caminos que estén más o menos en buen estado, cuando se pasen de piedra o resaltes de roca, como que te acuerdas que no es la bicicleta adecuada. Eso sí, cuando el camino se pone bien o terminas en alguna carreterilla, pones el piloto automático y vuela.
De todo esto y algo más tiene la ruta de hoy, dudas y aclaraciones al maestro armero.
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