Nuevamente pero como si fuese la primera vez, viajamos en un largo día hasta tierras alicantinas, buscando el mar.
En esta ocasión hemos sido Juan, Carlos y el que suscribe los que a lomos de las bicicletas tipo gravel hemos disfrutado de un recorrido lleno de encanto. Tener en cuenta que vamos a Alicante, que no cruzamos los Pirineos y para lo que tenemos en Albacete y Alicante, hemos buscado tramos curiosos, otros pintorescos y otros de transición llenos de kilómetros con tramos interminables.
Pero bueno, lo que se trataba era de disfrutar de otra manera más de llegar hasta Alicante y con esta creo que es la sexta ocasión que lo hacemos. Luego haré una entrada en el blog con las veces que hemos ido desde a Albacete a otros lugares como Valencia, que han sido ocho, Madrid en tres ocasiones, y Cuenca que también han sido otras tres veces.
En este trazado, debido a las intensas lluvias de días precedentes e incluso granizadas, hemos tenido que evitar algunos tramos de tierra y cambiarlos por asfalto para poder llegar con todas las garantías. Pero bueno, incluso hemos incluido un tramo de senda llegando a Monovar que es bastante bonita pero claro, hemos llenado las bicicletas de barro como no podía ser de otra manera.
Pasamos por multitud de pueblos como Chinchilla, Estación de Chinchilla, Pétrola, las Anorias, Fuente Álamo, Jumilla, Monovar, Novelda, San Vicente del Raspeig y otros tantos pueblecillos y aldeas.
Tras llegar al puerto y hacernos las correspondientes fotografías, comida en el restaurante YES donde sus responsables y camareros nos han tratado fenomenal y les agradecemos todo, volveremos en nuevas ocasiones a bien seguro.
Luego al tren, a cargar las bicicletas y vuelta a casa a descansar tras OTRO GRAN DÍA DE BICICLETA.
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