Esto que cuento tiene ya como recuerdo casi veinte años, por este motivo, algunos detalles es posible que sean inventados pues bien sabemos que con el tiempo, la memoria busca la perfección a través de múltiples caminos para evitar recordar episodios incompletos.
Era un tiempo en el que a lomos de la bicicleta rígida de 26 pulgadas y sin GPS, recorríamos sendas por nosotros desconocidas en mitad de lugares ignotos para intrépidos aventureros. Si pasábamos con nuestras bicicletas, posiblemente algún otro más lo hubiese hecho anteriormente por aquellos tiempos en los que estas cosas no se estilaban, aunque veo que con los años, la cosa sigue siendo igual más o menos.
Por ubicar, diré que es un tramo de senda con roca entre Lietor y Ayna, junto al río Mundo, posiblemente de Lietor a la Alcadima.
Aquel hombre anciano con el saco al hombro nos llamó la atención la primera vez que lo vimos, andando con su sombrero en un lugar que seguramente por él, sería sobradamente conocido. Pero me sorprendió la imagen que pude registrar con mi cámara, posiblemente fuera una Nikon de 2 Mpx con óptica Carl Zeis que era casi el último grito.
Pero es que pasado un año, en el mismo o próximo lugar, lo volvimos a ver, posiblemente el mismo o parecido atuendo, sombrero y saco. Entonces, mi sorpresa fue incluso mayor que la primera vez, no me preguntes el motivo pues pudieran ser varios.
De las otras tantas veces que a lo largo de los años sucesivos por allí pasé, ya nunca volví a ver a aquel señor y desde hace otros tantos años ya ni paso. Posiblemente siga aquella senda, las granadas bordes, algún caquí que proximo a madurar están sus frutos y las moras cuyas zarzas y cañas nos impedían cruzar el río Mundo en un sitio donde teníamos que cruzar sí o sí. De esto último os contaré otro dia.
¿Qué os sugiere esta imagen?
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