Cuestas no han faltado y cosas que ver y contar mucho menos como alguna cabra suelto y volver a ver al gran Jesús corriendo por las sendas.
Unos más rápidos que otros, GPS en mano, hemos podido terminar el recorrido y comentar las mejores jugadas con un buen almuerzo. Muy buenas sensaciones pues con tranquilidad esto parece otra cosa.
Luego a casa que la vida sigue que nos quedan muchas cosas por hacer. Volveremos el sábado que viene a por otra ruta más que hacer.
La ruta, como la gran mayoría de las cosas en esta vida, te la puedes
tomar de muchas maneras; como un tranquilo paseo, como un día de
entrenamiento o como algo serio y eso depende de como estés fisicamente y
las ganas que tengas.
Lo que si está claro es que la mitad del recorrido pasa por las calles
del pueblo y eso ya es decir mucho porque en cinco kilómetros vas a ver
muchas cosas mientras subes interminables cuestas o bajas por algún
sitio que otro complicadillo.
Te vas a encontrar lo siguiente:
- Una salida en cuesta nada más comenzar desde el bar el Peñon.
- Una senda de arena en la ladera del castillo bastante entretenida.
- La subida del mortirolo; primero en tierra y luego en asfalto.
- La subida al castillo.
- Un paseo por las cuevas y los impresionantes paisajes.
- La bajada por la plaza y los cañones.
- La senda que rodea la montaña.
- La vuelta por la granja de las perdices y la bajada al Peñón.
Es otra manera de correr y bastante entretenida como he dicho, de manera
que si el resuello te lo permite, terminarás con la sensación de querer
hacer algo más.
El tiempo estimado a trote cochinero es de 1 hora y cuarto.