La tierra sobre la que se asientan los caminos y sendas siempre ha estado. Una vez fue piedra, arena, polvo y viento, ahora la vamos pisando con las ruedas de nuestra bicicleta. Hemos pasado y nada puede acreditar que por aquí estuvo Alex o menos los años que tenía cuando lo hizo.
La tierra no tiene memoria aunque cumple años y de eso sabe tanto como su misma esencia. En ocasiones nos mira de manera fija, a veces nos busca y se pega a nuestras ropas y a nuestra piel para luego abandonarnos en la ducha final.
Nosotros pasamos y avanzamos para llegar donde comenzamos, pues lo nuestro en el fondo es pasar, y hacerlo por el camino, por la vida, nuestro es un paso aunque ocupe toda una vida.
No somos nada ni tampoco nadie, en ocasiones podemos sentirnos mucho más de lo que alcanzamos, pero te digo que no llegamos ni a suspiro de eternidad.
Te puedo asegurar que yo, está mañana allí estuve y que por allá pasé, que de ello doy cumplida cuenta con estas palabras, con las fotografías y con los amigos que pude ver y los otros que me vieron y reconocieron. Pero no te engañes, ahora solo queda el recuerdo aunque pueda llegar a ser compartido. Mañana ya veremos y dentro de unos años quien sabrá.....
Y lo que más me gusta de todo es que tenemos que avanzar pues estamos hechos para eso y para encontrarnos en los caminos como esta mañana ha pasado. Un domingo de esos que son especiales de un domingo cualquiera donde los caminos eran surcados por esos amigos que siempre me encuentro cuando pedaleo con mi soledad, pensando en mis pensamientos, hablando conmigo mismo, ordenando mi vida.
Ese padre que con su hijo comienza a subir la pista que yo bajo y les saludo o esa peña que seguramente sea de Madrigueras, pues estos terrenos casi les pertenecen. Un saludo amigos que ahora tengo por cierto que lo erais, que para lo que os haga falta por aquí estoy, por allí o por allá, ayer, hoy y mañana.
Son rutas extrañamente especiales sin saber el motivo y más si terminas en un bar de un pueblo diciéndole al hombre que está a tu lado en la barra si te puede dar un trozo de tomate en aguasal del que tiene partido y que se lo ha conservado él. Finalmente no sería tomate, sería melón en vinagre y por Dios que bueno para el que saliva al percibir encurtidos...
Luego llegas a casa y tienes a la familia, todo termina y vuelve a comenzar, termina y comienza, termina y comienza una vez más. Sabes que esto no será eterno, que todo es puramente puntual y que todo pasará, nosotros y la tierra del camino.
Atentamente.