Ciento cincuenta mil veces que han llamado a la puerta de 50km. No está nada mal para una idea que continúa su camino si saber donde se encuentra el destino. Todavía recuerdo el inicio cuando 50 era el número apropiado para rutas que tenían el máximo en este kilometraje. Después fuimos a por los 100, luego a por los 200 kilómetros y a día de hoy tenemos el límite en 285 a la espera de cruzar la barrera de los 300 kilómetros.
Luego llegó el tema de nuestra imagen que finalmente sería un Quijote montado en su bicicleta, nada más sencillo para quien vive en plena Mancha donde las montañas quedan a lo lejos y los caminos no son más que pretextos para la búsqueda de nuevas aventuras.
También nos interesó saber hasta donde podíamos subir, cuanto más alto mejor. Comenzamos con Chinchilla, luego serían las Peñas de San Pedro, Ayna, el Padrastro, el Almenara y la Sarga, el Padroncillo, los puertos de Crucetas, Crucetillas, El Arenal, el Bellotar.
El desnivel acumulado comenzó con 500-600 metros, luego fuimos a superar los 1000 metros y buscamos superar los 2000, llegando a alcanzar los 3.500 metros en una sóla etapa de un día como fue la Mítica SERRANA.
El tema de la dureza en las rutas lo marcaba en IBP y con esos cálculos intentamos llegar a índice 100 y cuando superarlo se convirtió en costumbre, buscamos los 200, llegando al día de hoy a los 250 en una sóla etapa.
Hemos salido con frío, llegando a los doce bajo cero, hemos soportado 42 grados se calor, recorrido lechos de ríos llenos de agua, torrenteras de piedras, andado con la bicicleta, tragado barro y hemos roto cadenas, cambios, radios y ruedas, reventado cámaras, frenos rotos y suspensiones destrozadas. Hemos hecho casi de todo.
Los compañeros de ruta han sido de todo tipo en estos años, destacando aquellos que han sabido superarse, sabiendo disfrutar y sufrir en la bicicleta para poder ir cada día un poco más lejos. Otros se han quedado en el camino sin poder acompañarnos, pero no por ello han dejado de subir en bicicleta, que es lo que se trata.
Hemos difundir ideas que a día de hoy son una realidad en Albacete como la utilización del GPS, las videocámaras en ruta, las salidas nocturas y tempraneras, el uso de los focos en condiciones, los traslados en coche y las etapas de larga distancia. Llegamos hasta Alicante, Valencia y Madrid o Cuenca y otros han sabido continuar nuestros pasos, pues han descubierto nuevas metas, cosa que nos agrada.
Cuando Albacete se quedaba pequeña, marchabamos a pueblos de Cuenca, Alicante, Valencia o Murcia, discurríamos por el río Júcar y el Cabriel, descubríamos la Rambla de San Pedro en Villalpardo, la impresionante senda de la Sarga, la de los Bandoleros junto al Almenara y mientras tanto ibamos a Chinchilla a continuar subiendo y bajando sus senderos.
Hemos descubierto a grandes personas como al gran Primo Paco, el bueno de Fran, el chamán Ronal y su hermano, su cuñado Toni, Juan Tomás, Jesús el enfermero, Ramón de Carcelén, mis vecinos Eugenio y su hermano Eladio, el gran Alfonso. Hemos conocido a los amigos de la Llave Grifa, a Rokerobiker, JuanLu de Villajoyosa, Puche y los liebres de Yecla, los Roblebike con Miki a la cabeza, los amigos de Balazote con Juan Carlos y Federo, los Tana y el resto. Otros nos acompañan de vez en cuando como el maestro Cabezuelo, incluso hemos podido salir con Madrona, ejemplo de persona y campeón ciclista. Por el camino conocimos al Tuerto, al amigo Alf, Jerry Lee, Pedro Lara, Juan Fran, David, Marcial y compañía. De internet tenemos amigos en Inglaterra, Diego Díaz en Argentina y otros más en muchos lugares.
50km sigue siendo una idea que todavía más viva que nunca, el Quijote continúa subido en su bicicleta camino de Barcino. Un saludo a todos.