Algo menos de cuatro horas de luz disponía para disfrutar del recorrido pistero con un desnivel respetable que finalmente picaría en su parte final por la nieve y lo blando del terreno. La orografía, el agua corriendo y las nubes saltando montañas y la neblina han sido un caldo de cultivo excepcional para dejar un gran recuerdo en mi retina y maquina de hacer fotografías.
Agua tendremos en varios lugares pero en esta época el problema no suele ser la falta de agua.
El ritmo debe ser alegre en mi caso para no colocar el foco puesto que quiero ver esas montañas redondeadas cual canto de rio y todos los detalles de formaciones rocosas curiosas.
A pesar de todo ello se van adivinando sendas, unas marcadas y otras no para posteriores avanzadillas que ojala se puedan realizar.
Lo dicho, muchas gracias a Juanraparlabike por su aportación que me ha hecho disfrutar de un entorno soñado desde hace muchos, muchos años.
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