Esta ruta es una ruta para gente que no le importa hacer subidas casi imposibles, bajadas técnicas y con roca, pateos buscando rincones impresionantes y asfalto, porque al final más nos vale terminar por asfalto.
Inicialmente, esta ruta ya se hizo y consistía en subir a lo alto del Cabeço y bajar con pateo y luego por una buena colección de sendas técnicas y bastante difíciles. Se hizo con la rígida y por ello se tuvo que poner pié en tierra en más ocasiones de las queridas.
Ahora con la doble y con el amigo Fran la cosa cambiaba, teníamos una buena oportunidad y además le añadíamos la senda del Volador con la subida a la zona del Cantal y la senda de salida. Eso implicaba más o menos un desnivel de 1000 metros añadido antes del comienzo a la cima del Cabeço y eso se nota.
Luego después comienza lo bueno. El tramo de las Zetas será para subir hasta los 700 metros de desnivel y será con ese camino-senda y regueros donde no bastante con la inclinación tendremos que tener cuidado de no pelechar en un surco.
Llegados a lo alto del Ginebral otro pequeño tramo para soltar piernas y tras ello el comienzo de la última subida del día, de los 700 a los 1200. Primero lo haremos en pista hasta el punto de la valla de la Casa forestal que podremos franquear a mano derecha sin tener que saltar y luego, seguimos subiendo. Dejamos la caseta pues lo que nos queda es cicatero y entonces el camino se estrecha en continua subida llegando a ser tan dura que no imposible, pero las increibles vistas de Aitana y Benidorm y alguna cabra que otra nos harán olvidar nuestra fatiga.
En lo alto descansamos y disfrutamos de las vistas que nos rodean, pues magnificas es poco para describir que desde lo alto podemos ver todas las montañas y elevaciones que se precien.
Ahora toca bajar y al principio lo haremos con la bici en mano pues resultará imposible y será un tramo de más o menos un kilómetro en el que pasaremos por un par de puntos bastante escarpados donde bajar con cuidado con la bicicleta. Destaca el paso Hillary donde previamente vimos a unos excursionistas alicantinos con los que pasamos un buen rato.
Llegados a los mil metros comienzan las sendas para todos los públicos y será un autentico disfrute y combinado de todo tipo pues de mil maneras llegaremos a Bussot dejando la montaña a nuestras espaldas con nostalgia y pena pues desharemos lo que con tanto esfuerzo nos costó tanto en subida como en bajada.
Agua, coca-cola y un piquejo de lomo y bajada en dirección El Campello por asfalto para descansar de una dura jornada de bicicleta.
El final será triunfal y llegaremos a nuestro destino con la sensación de haber pasado una gran manaña de bicicleta, naturaleza y grandes sensaciones.
De Aguas a Bussot no tenemos agua por lo que se recomienda llevar líquido elemento y nuevamente recordar que esta ruta es para quien no tenga problema en subir y bajar de la bicicleta cuando haga falta con tal de disfrutar de una gran ruta cuyo objetivo es sin duda, subir al Cabeço.