Con indiferencia de lo que luego suceda, se trata de subir la senda al Coll del Pouet a la espalda del Puig Campana desde la Font del Moli, tomando la senda. Si bien hasta que comienza hemos subido 150 metros, nos queda un desnivel por senda de casi 500 metros en algo menos de 6 kilómetros. Senda a veces limpia, a veces empedrada, otras revirada y otras imposible o así parece, con pendientes y piedra suelta que nos hará plantearnos si buscar el límite o descabalgar puntualmente.
Tras superar la senda y llegar a lo más alto, encontrando y hablando con algunos senderistas en la mañana de hoy, comienza la bajada por pista y tras ello, en una interminable sucesión de sendas que harán de la bajada una delicia, eso si, con cuidado que doña Caída nos espera bajo cualquier piedra.
Terminada la bajada, bajadon trialero y subidón trialero y vuelta a remontar en senda, una tras otra para afrontar un tramo de sendas en dirección Finestrat donde giraremos a la izquierda para buscar el encare a la senda del Chamo que le pondrá la guinda a una ruta tan espectacular por dureza como por sus paisajes.
Respecto al uso de la batería, tras 30 kilómetros y 1200 metros de desnivel, tan solo me ha quedado el 10 %, y una media de 9,1 km/h, agotado y sudado, con eso lo digo todo por aquello de la eléctrica.
Hoy la vieja Turbo Levo ha estado a la altura, más que sobradamente.
SIN LUGAR A DUDAS, UNA GRAN MAÑANA DE BICICLETA tanto por lo contando como por lo que no se cuenta.
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