Jesús y el que suscribe han podido disfrutar del mejor día de bicicleta de lo que llevan vivido y lo afirmo sin lugar a dudas. Han sido diez horas de bicicleta a una media de 10 km/h para un total aproximado de 100 km en los que hemos subido La Sarga, el Padroncillo, el Almenara y el Padrastro. Además, hemos podido bajar todas estas montañas con interminables senderos y pistas de las que cada una de ellas tenía sus características y encanto (llegando algunas a lo imposible).
Eso sí, las vistas han sido de cine, pudiendo asomarnos una y otra vez a lo más alto de nuestra sierra manchega y poder mirar hasta donde las montañas recortan el horizonte. Las fotografías, como de costumbre, dejan huella de lo vivido.
Mano a mano, hemos podido subir y bajar hasta la extenuación y luchar contra el cansancio que se acumulaba en nuestras piernas. Hemos ingerido poco a poco barritas, geles, plátanos, zumos, bocadillos, agua, y así no hemos pasado ni hambre ni sed y nuestras piernas han estado servidas en todo momento de glucógeno.
Nos hemos acordado de todos vosotros, compañeros de fatigas y amigos de 50km, pues a bien seguro, os habría encantado todo lo que hemos vivido
Damos las gracias al gran Paco Atienzar que nos ha llevado con madrugón hasta Bienservida, pues sin su ayuda no hubieramos podido hacer la ruta. Igualmente a mi padre, al que nunca podré agradecer todo lo que ha hecho por mi, y que nos ha recogido en Bogarra. Igualmente, nuestras parejas sentimentales en forma de mujeres que también han estado presentes a lo largo de todo el día, de nuestras llamadas telefónicas sin cobertura y de nuestras charlas.
Creo que después de esta ruta encontraremos un punto de inflexión en el que recordaremos lo que fuimos capaces de hacer una mañana de primavera del año 2012.