Pues resulta que a mitad de ruta por tierras alicantinas, en concreto en la zona de la Carrasqueta, entre Xixona y la Urbanización de los Ingleses, como quiera que no ubico correctamente bares y similares, a la hora del almuerzo nos encontrábamos sin agua y eso, como que no mola.
Pues resulta que vemos a un chaval a lomos de su bicicleta recién estrenada y que se llama Paco, le preguntamos por un bar y dice que no abre hasta las doce, coge y dice que si queremos agua que le sigamos, nos lleva a su casa y nos llena los bidones y nos da una botella de agua fresca.
Pues entonces, almorzamos y él también se suma al almuerzo con lo que llevamos. Cuatro hombres que suman más de 120 años con un chaval de 13 años que se une a la conversación de rutas, bicis y cosas que nos pasan como uno más. Luego llega un colega suyo y después la madre a la que se le nota algo sorprendida y que nos hace un par de fotos para el recuerdo, una con nuestra cámara y otra con la suya pues la cosa es bastante curiosa.
Un chaval que con su bicicleta recién estrenada y con sus amigos como Jesús que acaba de llegar al lugar, se da una vuelta, que echa una mano a otros compañeros de fatigas y que por su forma de ser bien puedo aventurar que, con bicicleta o sin bicicleta, llegará bastante lejos en la vida pues formación, educación y maneras no le faltan.
Y es que, en esto de la bicicleta y en días como estos pasan muchas cosas y para el recuerdo quedan pocas como el amigo Paco al que le deseamos tenga una larga vida de éxito y grandes rutas en bicicleta, aunque la vida es muy curiosa y lo mismo, un día de estos nos adelanta por una senda, eso sí, a bien seguro saludando.
Señora madre, enhorabuena por su hijo.
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