Sería el amigo Nacho el que propondría esta ruta hace unas semanas y que por circunstancias de la vida, nunca mejor dicho, ser padre le ha hecho que tengamos que esperar a la finalización de su licencia de paternidad para volver y repetir.
Que decir.... es que fuimos con las bicicletas de enduro y eso.. eso es algo que me faltan palabras.
Mira que llevo kilómetros, sendas y trialeras pero es que resulta que de lo mejor que he disfrutado lo tenemos en Albacete, esa provincia que todos piensan que es un llano interminable. Claro que es interminable, hasta que termina en la sierra del Agua, la de Alcaraz, las Villas, Cazorla, Riopar y Nerpio y todos sus pueblos y rincones que nos hacen ser una de las provincias excepcionales para la práctica de la bicicleta de montaña.
Y claro, buscábamos hacer ante todo la senda de los Bandoleros a todo trapo, sin más miedo que nosotros y nuestras limitaciones, la senda del Almenara que baja a Tortas, otra más no muy conocida pero no por ello la que resultaría más espectacular y que baja a Paterna y finalmente una de bonus extra para terminar la ruta con un subidón, un bajadón y una ración de escaleras.
Destacar un tramo de senda que baja a mitad de ruta camino de Paterna y que está rota, con roca y ramas, piedras y cortados y que siempre que la he hecho ha sido con un buen pateo más que con la bicicleta. Pues en esta ocasión, con Fran a la cabeza diciendo que no se podía, nos hemos aventurado hasta donde la caida nos llevase y sin llegar a tocar suelo se ha hecho toda salvo el tramo final de arena donde hay un cortado que se salva a patita un par de metros... im... presionante.
Eso sí, para disfrutar deberemos sufrir un poquito puesto que las subidas en ocasiones serán de órdago, llevándose la palma la del Peralejo con su correspondiente pateo en el tramo de roca donde el escurrizón está a la orden del día. El desnivel te deja fino al terminar pero las vistas y paisajes reconfortan y te hacen bajar hasta tomar la de los Bandoleros que está a día de hoy espectacular.
En fin, una ruta donde buscamos cuatro sendas que nos dejarán un recuerdo imborrable. Se recomienda estar en buena forma física y tener técnica para los tramos donde se requiere de nuestras habilidades pues ahí está el meollo de la ruta.
