En sus casi ochenta kilómetros, la ruta ofrece una gran cantidad de lugares, rincones y experiencias para pasar una buena mañana de bicicieta.
Esencialmente tiene 3 partes:
La primera que va de Valdeganga, la vía verde del río Júcar y la antigua línea de tren Baeza-Utiel con restos de la infraestructura que nunca llegarí.
La segunda de Fuentealbilla con la laguna del Galayo, el Molar de Rus y un camino en ligera bajada que nos lleva al Ruti en Jorquera para almorzar.
La tercera con una senda impresionante nada más comenzar y la vuelta a Valdeganga por carretera, pues esta mañana eran las 11.00 con 32 grados y la cosa no estaba para entretenerse.
Bajo mi punto de vista, una ruta bastante entretenida.
Llegar con ganas, con fuerza y con ilusión anima a volver y así sera. Es importante llegar pero si la familia te acompaña en cualquier prueba de la vida, mucho mejor.
Valdeganga se ha convertido con los años en esos rincones de nuestro río Júcar donde a tiro de piedra de Albacete, disfrutar de lo que más nos gusta, la bicicleta en buena compañía, la naturaleza, sendas por doquier y buenas cervezas y viandas por donde pasemos.
Sin lugar a dudas, este trazado no deja indiferente debido a que es una senda tras otra sin posibilidad de que desconectemos el botón MODO DISFRUTE en ningún momento.
Pues eso, pasen y disfruten.
GUAPA por tener esa cara tan bonita, esos ojos tan grandes y claros y esa boca con sabor a miel, que por tu sonrisa me derrito.
BELLA porque ante todo eres persona que hace brillar la mirada, lucir esa boca y ondear tu cabello al viento.
HERMOSA que lo es todo, pues tus ojos, tu boca, tus piernas y tu cuerpo no son nada si no los mueves con esa gracia y esa forma de ser y pensar que tan solo tú tienes. Que tu forma de ser cautiva y con esos tesoros que escondes te haces casi imposible. Eres algo único, algo inigualable, irrepetible.
Guapa, bella y hermosa.
En ocasiones la vida te avisa de cosas que pueden pasar y te da una oportunidad. Hay que estar muy atento y darle importancia a estos avisos porque parece que no tienen importancia pero debemos ser consecuentes y cambiar hábitos, costumbres y adoptar otros que ni nos planteábamos.
Al principio cuesta pero con el tiempo te acostumbras e incluso te gusta. Un ciclista con sombrero, que curioso, me recuerda a mis tiempos jóvenes cuando por España viajaba con mi sombrero de paja, lo mejor para el sol.
Como el que corre su primera media, que es la primera y como si hubiese estado meses preparándola, que ha sido una semana, LA HE TERMINADO y eso para el que suscribe es una victoria.
Y yo que pensaba que esto de correr no era tan entretenido; montones de compañeros a los que saludar por todos los rincones del recorrido, personas que no conozco y que nos animaban a seguir, a llegar, que ya quedaba menos. Amigos que encontraba conforme corría con los que compartía tramos, otros a los que poder seguir y tener como referencia y seguir adelante.
Muchísimas gracias a Nacho por haberme acompañado los primeros kilómetros y haber ido al ritmo de un "mierdasca como yo", cosa que me ha podido ayudar a poder comenzar con buen paso mi sueño. Menudas risas en la salida viendo el ambiente y esa gran riñonera ochentera que me ha acompañado todo mi recorrido.
Llegar a una meta tras un millar de personas es una gran victoria y un gran comienzo para que ahora, con más cabeza y menos corazón, poder disfrutar de la vida, del deporte y de la salud junto a los amigos y la familia.
Gracias a mi familia por haberme apoyado y por confiar en una persona que sigue un reto, un sueño.
Gracias al Digitaldealbacete por sus grandes fotografías que con su permiso publico en el blog para disfrutar de cada momento vivido. Dos caras de dos momentos pero con un solo objetivo, llegar.
Eso si, "no siento las piernas".
Y a todo esto el día que descubrí que ya no era "se reproduce" me quedé planchado y me di cuenta que mi tiempo de la desocialización había comenzado y yo sin darme cuenta.
Que si naces y vienes a este mundo como otros miles de millones de seres humanos lo puedes hacer en mil lugares y de mil maneras pero hasta el momento tan solo se puede salir del vientre materno por dos lugares. Luego viene el festejo de la llegada, el sufrimiento de la madre en esos "bellos momentos". Acuérdate de invitar y decirlo a los cuatro vientos que luego llega la bruja mala y nos echa una maldición.
Después creces, unos más que otros en el seno de familias, casas de acogida y otros variopintos lugares. Crecer es algo que puede ser sencillo o complejo, según sean padres y luego, según quiera el infante o adolescente...
Que luego se relaciona. Unos llevan genes de relación, a otros les cuesta y finalmente existe un porcentaje que pasa, llegando al extremo de algunos que odian relacionarse. Puede ser algo sentimental, emocional, interesado, sexual, deportivo, en plan de amigos y con distintas personas u objetos.
Y finalmente, el ser humano muere. Cual flor marchita que pierde la belleza y en ocasiones queda altiva pero seca, mientras que otras veces se desintegra, desaparece. El hombre y por ende, la mujer que va en el machista concepto ha inventado diversas maneras de hacer desaparecer al fallecido, al cadáver, al "no ser humano".
Aceptemos cada una de las etapas y disfrutemos de ellas, llegado el caso, con dignidad el sufrimiento quien guste de la santificación, luchando por la opción de marchar cuando todo este claro, hecho y atado. No dejemos que gobiernos, religiones, ideologías y familias cercanas no nos permitan llegar al estadio final de la vida tal y como nunca quisimos.
Existen religiones y culturas de vida y muerte, pero no hagamos de lo natural algo fantástico, irreal, supersticioso de manera que perdamos el sentido de la vivir y de morir.
El ser humano nace, crece, se relaciona y muere.
Cuando escuchas Albacete, piensas en llanuras interminables y en sierras en su parte sur. Algún que atraviesa la provincia de Oeste a Este como nuestro Júcar, sierras en su parte Sur, el Mundo, el Cabriel de frontera valenciana y unas Lagunas, las de Ruidera al límite de la provincia con Ciudad Real.
Tenemos lagunillas desperdigadas pero con una riqueza e historia tremenda como el Arquillo, otras en la sierra como la de los Ojos de Villaverde, la de Ontalafia.
Se echa de menos lo que nunca se pudo vivir ni sentir como un hueco que pudo recoger la laguna del Acequión, donde estuvo la del Salobral y todo ello por una política consistente en la desecación de zonas húmedas... ¿quien lo diría a día de hoy?
A un poco mas de media hora de la ciudad por cómoda autovía y carretera sin tráfico, podemos descubrir un entramado de lagunas en Horna, Corral Rubio, Salobralejo en dirección Hoya Gonzalo y la mítica de Pétrola.
Y claro, algunos pájaros bien saben donde están, mejor que muchos de nosotros, pues en ello les va la vida y su futuro, que es su habitat y modo de vida.
Llegar, pasear, sentarse y lanzar tranquilamente alguna fotografía es garantía de un gran recuerdo con el que poder revivir el viento salado y la espuma en su orilla.
Algo único.
Algo tan normal en cada uno de nosotros es lo que se llama vida.
Vida es lo que tenemos para poder vivir y nos acompaña a lo largo de toda nuestra vida. Si tenemos que ser claros, no somos conscientes de lo que es la vida hasta que la hemos vivido bastantes años. Hasta ese momento la hemos vivido, disfrutado, incluso la hemos perdido y malgastado.
La vida se expresa en forma de créditos denominados años. Cuantos más años tenemos, más años hemos vivido y menos nos quedan por vivir.
Nadie nos asegura la duración de nuestra vida, tan solo nosotros tenemos un par de variables como poder hacer que sea un poco más duradera o acortarla gracias a buenos o malos hábitos de vida. Tenemos incluso la potestad de poder dejar de vivir, al menos mientras somos capaces de gobernar nuestra vida.
Es cierto aquello de que se nace para morir. Dicen que los chinos incluyen en la duración de la vida del ser humano el tiempo de gestación con lo que el recién nacido tiene ya en su haber nueve meses de vida.
La muerte es parte de la vida pues sin la vida no tendría motivos para existir, o mejor dicho, dejar de ser lo que luego es. Por lo tanto, la vida es parte de la muerte, posiblemente la vida debe su existencia a su fin que es sin lugar a dudas la muerte.
Vivimos porque somos conscientes y dejamos de vivir cuando nuestro pensamiento deja de existir, aunque de ello tendremos cumplida cuenta cada uno de nosotros de como será el final. A ello quiero manifestarme y decir que somos pensamiento, que nuestra vida, experiencias y recuerdos debemos compartir para que pasen de unos a otros y de esta forma sigamos vivos. Que la muerte no es más que el olvido, el recuerdo que se perdió. Que mientras estemos en otro pensamiento seguiremos vivos y no dejaremos de existir aunque nuestra vida finalizase.
Todos tenemos un motivo para vivir, por lo tanto, también tendremos un motivo para morir. Si es que, a final de cuentas, vivir y morir son extremos que se tocan pues seguir viviendo es algo que nos lleva a la muerte, igual que dejar de vivir.
Motivos para vivir, motivos.....
