La idea fundamental de esta ruta es la siguiente; imagina que quedas para salir con dos amigos que llevan dos bicicletas rígidas peso pluma, que tus amigos están más fuertes que el vinagre, perdón, fuertes no, lo siguiente. Sabes que no habrá tregua y que tu llevas una bicicleta eléctrica con una batería que puede ser tu salvación y tu perdición. La bicicleta no está deslimitada, la ruta se presenta con casi 100 kilómetros y algo más de 1500 metros de desnivel. Hasta ahí todo puede ser posible con la Turbo Levo.... pero añádele que la media final de la ruta sería casi 26 km/h cuando la bicicleta corta en su ayuda en 25km/h. Entonces sabes que la cosa no está muy clara, vamos, tirando a oscura.
Piensas que hasta mitad de ruta puedes gestionar la batería y hacer tus cálculos porque luego en la vuelta, el viento será tremendo y el consumo para llevar buena velocidad considerable... que en los llanos sufrirás para ir junto a ellos, en las ligeras subidas mucho más pues no bajan de 25 km/h y tu terreno son las grandes pendientes, ahí puedes mandar pero por Dios, que no lleven buen ritmo que el gasto será mayor.
Ellos miran las luces de la batería restante y consigues perpetuar los indicadores verdes buena parte de la ruta, eso es un gran paso, pero su objetivo está en terminar con cada uno de ellos y que asomen los tres de color rojo y luego el solitario rojo que parpadea que no llegaría.
Aún así, en subida, con el viento en contra y como quiera que la lucha ha sido sin cuartel pero con educación y clase, ofreces esa gruesa rueda a tus compañeros para que celebremos un pedazo de ruta de esas que hacen época.
Total, que bajo mi punto de vista, puedo afirmar que esta bestia le cabe el apelativo de "rutera". Telaaaaaaaa.
Ahora vamos a la descripción de la ruta y los entresijos.
Te compras una bicicleta para hacer lo que más te gusta, subir en bicicleta. Tiene las ruedas muy gordas, demasiado gordas pues son de tres pulgadas, pesa una barbaridad que llega a los veinticuatro kilos, es de doble suspensión con buenos recorridos y además lleva tija telescópica.
Con esta descripción tan solo puede ser una bestia y además parda, eso lo ha demostrado con algo más de seis mil kilómetros de sendas, trialeras, monte a través, caminos en mal estado y todo ello sin importar si son cuesta arriba o cuesta abajo, es que está construida para eso, para disfrutar al máximo de unas sensaciones únicas que hasta ahora solo se podían imaginar.
Resulta que llega el buen tiempo y los días son más largos pero con tanta lluvia los caminos están intransitables, por ese motivo y mientras los montes desaguan lo que la tierra no ha podido absorber, hemos decidido ir por carreteras secundarias, casi terciarias.
Un recorrido que nos adentra en un bello rincón de la sierra de Albacete con salida y llegada en las Peñas de San Pedro. Se discurre por bellos parajes de Alcadozo, la Herrería, la Navazuela, la Noguera, la Dehesa de Ayna, Ayna, el río Mundo, el Pontarrón, el Ginete, Lietor, la Nava de Arriba, Pozohondo y todo ello por unas carreteras tranquilas, intransitables para los vehículos por numerosas avenidas de las ramblas que incluso dejan olivos arrancados de la fuerza del agua.
Ahhh, fotografías pude hacer pero más me valía concentrarme pues estas sensaciones casi perdidas me las conozco y como quiera que wikiloc admite casi todo y sus reglas no son todo lo correctas que a mi me gustarían, hoy cuelgo al ídolo televisivo de mi niñez.
