Mentiría si no dijese que en un par de ocasiones no me las he visto canutas en algún tramo de senda con piedra suelta, pero en eso está la "salsa" del asunto. Las subidas, respetables, y el recorrido una delicia en la que poder degustar lo mejor de nuestras bicicletas, fuerza y técnica.
Agradecer a Andy Liebre y a su gente la oportunidad de poder hacer este recorrido gracias a su gran trabajo y esfuerzo. Un saludo.
2 comentarios:
Alex ¿Has ido solo?. Lleva cuidado, que este tipo de rutas son para ir acompañado y poder apurar más en las bajadas.
Cierto, es muy recomendable ir acompañado. En mi caso, apuré tanto que en la última que lleva a ese pequeño estrecho y con tanta piedra doble la patilla. Patilla nueva al canto.
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