A todo ello le añadimos un buen compañero de ruta como Borja al que esta ruta le ha sentado de maravilla y casi redondeado....
… porque lo niquelas con el almuerzo final que nos hemos ganado en el Ruti con productos del terreno para descansar y charlar junto a la comida y a la bebida, que es de las mejores cosas que te puede suceder.
Y respecto al recorrido, pues decir que era algo que tenía bastantes ganas de hacer, pues si todo el es algo único, el tramo de la rambla de Ayora me encanta por lo agreste y la oportunidad de sentirnos aislados del mundo, disfrutando del deporte, la naturaleza y el buen ambiente.
Sin lugar a dudas, UNA GRAN MAÑANA DE SENDERISMO POR LA MONTAÑA. Digo senderismo porque si hemos corrido un poco, lo ha sido a trote lechonero que eso no tengo claro si es correr o no, pero sienta muy bien y permite afrontar largas distancias sin problemas de cansancio o agotamiento.
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