Posiblemente no sea la mejor ruta que se haya podido hacer por esta zona, pero sin lugar a dudas, HA SIDO UNA GRAN MAÑANA DE BICICLETA en la que el buen ambiente ha hecho que un grupo de cuatro ciclistas variados y mezclados pudiesen pedalear por lugares llenos de pinos y algunas cuestas que otras con tranquilidad y buenos alimentos.
Respecto a los alimentos y bebidas, estos han sido ofrecidos con la consecuente compensación económica final más beneficio obtenido al responsable y equipo del SEGOVIANO que nuevamente digo y redigo que lo suyo es mantener y elevar el nivel de vida de los que allí acudimos.
Ante todo, dar la bienvenida al amigo Hugo que promete un futuro cierto en esto de dar pedales porque actitud y condición parece tener. Juan y Carlos buen támden y a ver si hay suerte, compañeros de futuras rutas por aquí y por allá, donde algo encontraremos y donde Cristo perdió el gorro.
Nos vemos... en los caminos.
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