Siiii señoras y señores y tambien los que no sean ni señoras ni señores, "me he apuntao" al Circuito de carreras BTT de Albacete.
Una joven promesa como yo, con el futuro por delante, aunque futuro imperfecto como el pasado que tampoco fue demasiado perfecto, se dispone a quitarle el podium a corredores afamados mundialmente, universalmente.
Todo comenzó en la autovía, cuando adelanté una furgoneta a ritmo tranquilo, siendo el conductor el gran Cabezuelo que me advirtió de su presencia y con manos libres hicimos casi todo el recorrido echando un buen rato de conversación hablando de esto, lo otro y vete tu a saber que más.
Y es por ello que como el movimiento se demuestra pedaleando, concerté café con tostada y chupitejo en Ontur con el amigo Puche y el amigo Hugo, hombres de mundo con los que poder hacer un atípico equipo de corredores delgados, fibrosos, correctamente equipados y con bicicletas que no bajaban de los ocho mil euros por barba.
Frío... quien dijo frío, si nada más salir parecía que alguien nos seguía para darnos un buen palo en el lomo. Y como quiera que pude calentar con una buena canción de ACDC, salimos desde el final para tenerlo todo más claro y saber que tras nosotros no había nada ni nadie.
Con esa tranquilidad fuimos haciendo nuestra carrera que consistía en no quedar los últimos, en no caernos, en no tener problemas, en dejar pasar a los que iban más rápido y en pedir paso por favor si alguien iba más despacio que nosotros.
En mi caso, poco a poco fui avanzando y adelantando posiciones, con miedo a ir demasiado rápido que mi cuerpo es Mercedes con años y de gasógeno. Por ello y con más cabeza que en la juventud afronté pistas y sendas, arriba y abajo, rampones puntuales en los que disfruté y poco a poco fui adelantando menos corredores para quedarme en la segunda parte, la final, con casi los mismos.
Hablaba con unos y con otros, ofrecía mi ayuda a quien veía que tenía algún problema y pasado el meridiano me di cuenta que tenía fuerza en las piernas. Entonces soñe con hacer una buena carrera y apreté los dientes, que llegado a meta terminaba el pedaleo.
Asi fue, y pude ver que mi clasificación fue mejor de lo esperado, pues quedé en mitad de la tabla, el 148, con otras 150 posiciones adelantadas respetando a los compañeros de carrera.
En los cruces voluntarios de Protección Civil, muchisimas gracias a todos, público que nos animaba y aplaudía y algún abuelo en mitad del camino disfrutando y saludándolos, pues la vida pasa para todos y algún dia seremos nosotros los que veamos pasar a los ciclistas.
Y la organización que nos regaló un pedazo de bocadillo de chorizo, con dos chorizos de verdad, de esos que te recuerdan a la Feria, a los soportales, agua y coca cola y charla con conocidos y desconocidos. Mientras tanto, los campeones subian y bajaban a lo más alto y disfrutaban de su éxito... quien pudiera subir de mayor aunque fuese un tercer puesto.... pero bueno, todavía me queda tiempo.
Y con todo y con esto todavía quedaba el buen rato en Corral Rubio donde el amigo Puche nos reservó a los tres para degustar de una buena comida y cerveza con limones murcianos. Sin lugar a dudas, que más se podía pedir a tres personas que un día coincidieron en Ontur.
Así es que vamos adelante y a esperar la próxima ruta donde a bien seguro no haremos podium, pero lo pasaremos genial y daremos todo lo que tenemos que es muchisima ilusión, algo de cabeza y corazón y un poco de piernas.
SIN LUGAR A DUDAS, UN GRAN DÍA DE BICICLETA.