Hoy he corrido en casa, en Mahora. Llegas y Marita que esta en control me llama por mi nombre, y yo con más frio que un perro chico me meto en un soportal y de casquera con ella.
Luego un buen cafetico con dos que no conozco pero que compartimos mesa, ellos almuerzo recio y yo café con leche y tostada. Llega el gran Puche y hablamos de como nos va la vida, pues entre carrera y carrera pasan muchas cosas.
Veo a Carlos Mateo que esta más fuerte que el vinagre y me coloco al inicio del vagon de cola y venga a pedalear y pedalear, pistas al inicio, pecha de sendas y pistas al final. Plato grande y piñón pequeño, viento a favor y terminamos contentos y satisfechos un saludo a José con el que ya llevo dos finales de carrera.
Grandes personas para recibirnos para decirnos por donde ir, para que aflojemos si hay arena y dando palmas cuando la cuesta es dura. Personas en moto, con ambulancias y otros que cargaban agua y otras cosas para darnos fuerza en avituallamientos. Ahhh y esos pedazo de fotógrafos de los que espero cada semana sus instantáneas para recordar una gran mañana de bicicleta.
Muchas gracias por todo y a todos con los que he compartido ruta y experiencias.
Me gustan las carreras y además cuando me Dan huecos, yogourt u bizcocho que más quieres hijo mio?.
PD. Un saludo a los que nos recuerdan que a la vuelta a casa no debemos correr, pues trabajar en domingo no es plato de agrado.
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