La tenía trazada desde hacía meses y no veía el momento ni la ocasión. Con las lluvias del otro día y siendo final de agosto la cosa pintaba bien y dicho y hecho. Amanecer pedaleando a las 05,00 de la mañana con foco hasta las 07,00 y a 9 grados para tener un pico de temperatura en Bogarra a 34 y llegar a Albacete a 30, eso te puedo decir que pasa factura y más si con tal de no llevar peso vas con la equipación corta de verano, pero bueno, de estas ya van muchas y no es problema.
Y rutas largas de más de doscientos kilómetros ya llevo unas cuantas en las piernas, pero con 3500 de acumulado pocas. Si a ello le sumamos que casi todo el trayecto lo haces solo salvo 40 kilómetros con un buen amigo, pues ya sabes como tienes que llevar la cabeza, muy fresca y despejada.
Eso si, gracias a la experiencia a conocer la zona, se han podido evitar unos cuantos desastres de manera que la totalidad de la ruta es en bicicleta, evitando subidas imposibles o pateos puntuales, porque estas cosas en estas rutas son demoledoras y eso, eso no pasaría.
Hidratación el día anterior, la noche anterior y durante todo el día, resulta curioso la cantidad de líquido que pude beber; casi siete litros de agua, una jarra de cerveza, una coca cola, un acuarius, dos zumos, un café con leche y un café. Llegó un momento en el que me asusté un poco puesto que pensaba que era imposible beber y procesar tanto, pero fue posible. Si bien a primeras horas orinas, de mitad al final, casi todo el líquido repone las pérdidas y el cuerpo deja escapar poco.
A titulo de curiosidad, la ingesta de comida y bebida sería la siguiente:
Un Nesquik con un trozo de bizcocho
Una empanadilla de pisto
Un café con le che
Dos zumos
Un Kit Kat
Unas patatas bravas
Un bocadillo de lomo, queso y tomate
Una Pepsi
Una jarra de cerveza con limón
Un sobre de frutas con galleta de bebé del Mercadona
Un Acuarius
Y agua...Dos bidones de casa, dos bidones más en Vianos, un bidón en Río par, dos bidones en Bagarra, un bidón en una fuente y otro más en las Peñas. Si dos bidones es un litro y medio, 6 litros y medio de agua
Y al llegar al casa dos fresquillas
Una rodaja de sandía
Un plato de pisto
Y dos hamburguesas
Y así se cierran quince horas de ruta en términos nutricionales.
Respecto al tiempo invertido, la media de velocidad mínima debían ser 16 km/h y un tiempo máximo de 15 horas. El problema es que con tantas horas te duele casi todo y más horas supone un sufrimiento añadido pues es bien sabido que los kilómetros que más pesan son los últimos, pues los primeros 80 serían a una media de 23 km/h con bastante alegría. Es por ello que se debe ser cauto y conservar que pueden suceder muchas cosas. Finalmente, la media sería de 17,5 km/h y unas 14 horas contando los descansos para almorzar, comer, tomar algo y hacer algún respiro y fotografía pues también se trataba de disfrutar de un impresionante día de bicicleta y naturaleza.
El tema de ir acompañado es fundamental y encontrar al amigo Rafa por la vía verde y que te acompañe hasta el Barrancazo con parada en Alcaraz no tiene precio y más si te invita a una empanadilla deliciosa en la plaza del pueblo. Rafa tampoco se quedaría corto y a su marcha terminaría otra ruta de algo más de 100 kilómetros.
Por paisajes y entretenimiento, la parte central de la ruta es la más bonita, desde la parte de el Jardin hasta Bogarra, pues esconde casi toda la dureza y las mejores vistas. La parte inicial tampoco está mal y la parte final, dejarla por asfalto por la carretera de las Peñas pero haciendola pasar por los Anguijes, el tunel, el Salobral y Aguas Nuevas no la hace aburrida, pero lo que digo, que a esas alturas estás muy cansado y más si el calor ha superado los 30 grados y con bochorno por la humedad de días pasados.
Llegar a casa sabiendo que catorce horas antes salistes y has pasado por tantos lugares hace que a pesar de estar reventado, esboces una sonrisa de satisfacción sabiendo que HA SIDO UN GRAN DÍA DE BICICLETA.