Setenta y seis kilómetros por delante con las sendas y trialeras de Alcalá, las Eras, la Gila, Casas de Cerro, Tolosa, Casas de Ves, subida del Molinar, bajada del depósito, sendas del río y la impresionante senda del embalse a la Central con la bajada al Tunel.
1.800 metros de acumulado y seis horas de duro pedaleo, bajadas con foco, caídas de impresión y subidas interminables de los que por más que quieras, avanzas lo que tienes que avanzar, aún así sin descanso.
El Señor de las Peñas a su ritmo, el que suscribe a remolque y JT de impresión, que se ha salido de madre, total, que tras colgarle medalla y reconocimiento a realizar tan gran empresa, buscaré otro con el que "meterme" pues el cordero se nos ha hecho lobo y además estepario.
Rutas como estas son las que te recuerdan lo grande que es la bicicleta de montaña y lo bien que lo pasas compartiendo tus aficiones con otros "locos" que no duermen, que madrugan más allá de la madrugada, que les da igual subir que bajar, ciclar que andar.
La ruta, por los problemas con la hora, ha sufrido un recorte en su última senda, pero un recorte necesario tanto para el día de hoy como para cuando se haga la marcha con los Liebres que a bien seguro encontrarán satisfacción en este trazado a sus necesidades. Por cierto Andrés, con paradas, pinchazos y fotos se alargaría a las siete horas. De todos modos, y a lo largo de este invierno, creo que si un día puedes, sería conveniente que la hicieras con gente de tu nivel pues creo que le debes dar la aprobación pues existe la posibilidad de recortarla mucho más.
La ruta es el resultado de algo que buscaba hace tiempo, intentar enlazar casi todas las sendas de Alcalá del Júcar hasta la Central del Molinar y el impresionante tunel de la Central.
Salimos desde Alcalá para comenzar a subir sendas camino de las Casas del Cerro. El único problema son los primeros metros con las piedras, pero con algo de equilibrio, buena técnica y fuerza se supera y disfrutamos de la subida con sus largas "zetas" y vistas de Alcalá, su Iglesia y su castillo.
Una vez arriba, llaneamos un poco para buscar caminos y sendas casi abandonadas junto al cañón del río para llegar hasta la Gila. Allí tomaremos su senda de bajada al río y tendremos cuidado en un par de tramos de piedras, peligrosas en caso de lluvia o rocío.
Una vez abajo, volvemos hasta Alcalá por el camino entre pinos para descansar del primer tramo y soltar piernas.
Nada más llegar al pueblo, comenzamos entre callejas y callejones más algún estrecho pasadizo encontrado por casualidad, para ir aumentando la pendiente camino del depósito y romper fibras blancas en la subida a lo más alto más senda de remate camino de la aldea de las Eras.
Pasamos las Eras y rodamos un poco camino de Tolosa por caminos límpios. Llegados a la aldea, tomamos la senda camino del río donde tendremos cuidado en su última parte donde durante unos metros nos veremos obligados, salvo alguna excepción, a andar bici en mano durante unos cinco minutos más o menos. Luego, y por las cuatro calles de la aldea, haremos un ejercicio de equilibrio en las curvas.
Cruzamos el río y tomamos las sendas que durante varios kilómetros nos harán disfrutar de la naturaleza y las vistas camino de la pista asfaltada del Tranco. No por ello desdeñable, haremos un descanso y rodaremos tranquilos a la espera del corto sendero que nos lleva al peculiar puente colgante.
Pasado el puente, y tras treinta y pocos kilómetros, la tan temida subida del Tranco del Lobo donde lo haremos con tranquilidad, pues en caso contrario, se frustarán nuestros objetivos y terminarán las fuerzas.
Una vez arriba, rodamos entre campos camino de la impresionante senda de bajada al Santuario del Cristo de la Vida. A pesar de ser empedrada y treméndamente dificultosa, es de mis preferidas, más aún cuando la rematamos con los escalones de bajada a la aldea. Aquellos que sobrados vayan de tiempo, se les recomienda visitar el Santuario y sus vistas.
Seguimos bajando por asfalto para tomar una de las sendas más impresionantes de la provincia de Albacete y segúramente del término de Valencia para discurrir por el cañón del río con aguas de color turquesa y con vestigios de antiguas construcciones y túneles.
Cuando tenemos la Central del Molinar a la vista, buscamos la antigua senda que sube a la entrada del tunel para así evitar subir por los temidos escalones. Lo haremos estirando gemelos y a pié por lo dificultoso del terreno y llegamos hasta el túnel.
Disfrutamos de las vistas y bajamos entre varios las bicicletas, uno que las pasa, otro que las baja y otro que las recoge. El recorrido por el túnel para propios y extraños, constituye una pequeña aventura difícil de explicar pero a bien seguro para los conocedores, algo maravilloso.
Llegamos a la salida y tramo compartido en dura subida para terminar en lo más alto con nuestras fustigadas y cansadas piernas. Tomamos el camino que nos ayuda a disfrutar del embalse y el cañón del río y llegada a la Cruz, tomamos la bajada al Tranco. Esta opción a diferencia de la inicial propuesta http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=3597583, surge debido a las escasas fuerzas de los componentes y el tiempo que como de costumbre se echa encima.
Una vez abajo, tramo compartido y por pista asfaltada hasta el puente donde cruzamos para tomar la pista asfaltada que nos lleva hasta Tolosa y luego Alcalá. Cuidado, que a pesar de no parecer difícil, llevamos muchos kilómetros y pocas fuerzas que harán del recorrido final algo dificultoso, más aún si encontramos con quien apurar en rápido discurrir nuestras piernas cansadas y agotadas.
La ruta, con sus paradas y disfrute completo, necesitaría algo más de una hora, pues el tiempo de seis horas ha sido a buen ritmo pero sin sufrir, teniendo que hacerla con un tiempo estimado de unas siete horas por delante (por ello se recomienda llevar víveres en abundancia). Respecto al agua, la tienes en Tolosa, Ves, la fuente del Depósito en el camino del cañón de vuelta.
La mejor época para hacerla, primavera, otoño e invierno. En verano, llevar agua en abundancia.
Recomendable a los que no tienen miedo a las sendas peligrosas y dificultosas, a veces imposibles, echar pié en tierra, subidas largas y duras e impresionantes paisajes y naturaleza.
Llevar foco para el tramo del recorrido del túnel del Molinar pues en caso de no hacerlo, será difícil recorrerlo con la luz del móvil.