Si tuviera que decir lo que me han traido los Reyes Magos este año, diría que una gran familia, una bata de andar por casa y un pedazo de ruta con grandes amigos y es que, ya van dos de dos, dos rutas en lo que llevamos de año y que han resultado rutones para poder disfrutar de la bicicleta, la naturaleza y los amigos.
En esta ocasión, hemos podido compartirla con todos los que han querido recorrerla al plantear dos grupos que han rodado en dos trazados coincidentes en los que nos hemos encontrado en las rampas finales del Padrastro.
De esta manera, con dos grupos a distinto nivel, hemos sido capaces de coincidir y compartir la ascensión final al Padrastro, la bajada y la primera senda.
Hemos podido pedalear con los hermanos Cabezuelo en su pretemporada, con Fran de las Peñas, el gran Ramón de Carcelén y su buen amigo, Alfonso con su casco nuevo, Los Grifa, y el gran anfitrión y "alma mater" de tan gran día, Paco Atienzar que ha conseguido reunir tran gran elenco de ciclistas.
En mi caso, contento de volver a ir a remolque puesto que han sido muchos años esperando y ahora es momento de que me vayan esperando un poco, que tampoco pasa nada. Y claro, al que se le diga eso de que me tienen que esperar, tendría que ver a los que delante van tirando... Si ya me estaba quedando sin amigos, sólo faltaba el Fuerte de las Peñas y Cabezuelo con Ruedas Grandes.
Ahora, toca relajarse un poco y rodar el jueves que para el sábado, Chinchilla al máximo exponente con Antonio y los de Cieza.
De las fotografías y futuros vídeos no digo nada, pues con el cielo despejado, simplemente espectaculares, cuanto ni menos lo de hacer la Rambla del Griego de noche y con focos, nuevas experiencias que poder acumular.
Partimos de la aldea del Griego para nada mas salir, tomar la senda que nos lleva a la Fuente de la Parra. Este tramo hará las delicias de más de uno debido a que lo bonito del entorno y la rambla nos hace disfrutar de la bicicleta de montaña. Una vez terminamos en la Fuente de la Parra, llega la pista con la que subiremos a lo más alto para luego iniciar rápida bajada en dirección al Cortijo de los Vizcainos y lo impresionante del cañón del río Mundo.
Tranquilamente y en bajada llegamos donde el río Madera se une con el río Mundo y pasaremos por la aldea de los Vizcainos observando las curiosas esculturas en las rocas del camino. Subimos camino de Potiche y en el cruce, giramos camino de Bogarra por la pista asfaltada. La llegada al pueblo es un rodar tranquilo a la espera de la subida al Padrastro con la montaña y el pueblo al fondo.
Una vez llegamos al pueblo, comenzamos a subir más cuestas, de manera que si tras subir al Padrastro por las empinadas rampas y la casi imposible parte final tras la valla donde podremos poner a punto nuestras fuerzas y técnica para no poner pié en tierra, pues luego nos costará subir a la bicicleta.
La bajada será rápida con una primera senda a mano izquierda y luego, otra muy buena a mano derecha que nos llevará a la pista que conduce a los Batanes.
Seguimos bajando hasta el cruce de los Batanes y comenzamos de nuevo una subida larga y tendida camino de la aldea de las Cañadas de Haches y una vez arriba, tras una buena bajada, buscamos dos nuevos caminos bastante bonitos que nos conducirán hasta un par de kilómetros del cruce del Griego.
Se agradecerá en gran medida la carretera donde podremos relajar nuestras cargadas piernas tras una dura y gran jornada de bicicleta, bajaremos a la aldea del Griego para tomar nuetros coches y volver satisfechos a nuestras casas.
Una gran ruta con nivel físico alto y técnico alto en la que hemos tardado unas cinco horas a buen ritmo.