JOSÉ MARÍA Y JUANA,
GERONA, 1969
Corría el año 1969 y José María y Juana, recién casados, marcharon con lo
puesto a Gerona, no tenían más equipaje que un
matrimonio recien estrenado, juventud y ganas de vivir.
José María trabajaba en la Policía Armada que depende del Gobierno de la nación.
Cuando llegarón a Gerona
tuvieron que buscar un lugar donde vivir con el miserable sueldo que recibían
del Estado que no les daba para mucho. A pesar de todo, encontraron un piso
donde comenzar su vida de recién casados.
El tiempo fue pasando y José María conocería a sus
compañeros de trabajo que eran de distintos lugares de España y con sus mujeres
harían buenas amistades tanto dentro como fuera del trabajo.
Las personas que eran nacidas o llegadas a Gerona les recibirían con las puertas abiertas y se
integrarían en el vecindario y en la vida cotidiana de un lugar donde gallegos,
castellanos, murcianos, andaluces o extremeños tenían cabida.
José María tenía problemas
con llegar a fin de mes y Juana tuvo
oportunidades de trabajar, conoció el mundo tras salir de Albacete y allí pudo
descubrir lugares, cosas y formas de pensar bastante avanzadas para lo que
ellos conocían, allí se vivía de otra manera. Vecinos, tanto catalanes como
inmigrantes, les ayudaron e hicieron la vida más agradable.
Finalmente, como José María
quería volver a su tierra, consiguió volver con Juana que lo hizo con lágrimas
en los ojos, dejando un lugar donde eran felices y tenían un futuro por
delante. Al llegar a Albacete, Juana y José María
habían cambiado porque traían un pedazo de Cataluña que todavía guardan en su
memoria.
ALEJANDRO Y PILAR,
BARCELONA, AÑO 2000
Corría el año 2000 y Alejandro y Pilar, recién casados, marcharon con lo
puesto a Barcelona, no tenían más equipaje que
un matrimonio recien estrenado, juventud y ganas de vivir.
Alejandro trabajaba en la Policía Nacional que depende del Gobierno de la
nación.
Cuando llegarón a Barcelona
tuvieron que buscar un lugar donde vivir con el miserable sueldo que recibían
del Estado que no les daba para mucho. A pesar de todo, encontraron un piso
donde comenzar su vida de recién casados.
El tiempo fue pasando y José María conocería a sus
compañeros de trabajo que eran de distintos lugares de España y con sus mujeres
harían buenas amistades tanto dentro como fuera del trabajo.
Las personas que eran nacidas o llegadas a Barcelona les recibirían con las puertas abiertas y se
integrarían en el vecindario y en la vida cotidiana de un lugar donde gallegos,
castellanos, murcianos, andaluces o extremeños tenían cabida.
Alejandro tenía problemas con
llegar a fin de mes y Pilar tuvo oportunidades
de trabajar, conoció el mundo tras salir de Albacete y allí pudo descubrir
lugares, cosas y formas de pensar bastante avanzadas para lo que ellos conocían,
allí se vivía de otra manera. Vecinos, tanto catalanes como inmigrantes, les
ayudaron e hicieron la vida más agradable.
Finalmente, como Alejandro
quería volver a su tierra, consiguió volver con Juana que lo hizo con lágrimas
en los ojos, dejando un lugar donde eran felices y tenían un futuro por
delante. Al llegar a Albacete, Pilar y Alejandro
habían cambiado porque traían un pedazo de Cataluña que todavía guardan en su
memoria.
EL Y ELLA, LUGAR POR
DETERMINAR DE CATALUÑA, AÑO 2031
Corría el año y
, recién casados, marcharon con lo puesto a , no tenían más
equipaje que un matrimonio recien estrenado, juventud y ganas de vivir.
trabajaba
en la que depende del Gobierno de la nación.
Cuando llegarón a tuvieron que
buscar un lugar donde vivir con el miserable sueldo que recibían del Estado que
no les daba para mucho. A pesar de todo, encontraron un piso donde comenzar su
vida de recién casados.
El tiempo fue pasando y José María conocería a sus
compañeros de trabajo que eran de distintos lugares de España y con sus mujeres
harían buenas amistades tanto dentro como fuera del trabajo.
Las personas que eran nacidas o llegadas a les recibirían con las puertas abiertas y se
integrarían en el vecindario y en la vida cotidiana de un lugar donde gallegos,
castellanos, murcianos, andaluces o extremeños tenían cabida.
tenía problemas con llegar a fin de mes y tuvo oportunidades de trabajar, conoció el
mundo tras salir de Albacete y allí pudo descubrir lugares, cosas y formas de
pensar bastante avanzadas para lo que ellos conocían, allí se vivía de otra
manera. Vecinos, tanto catalanes como inmigrantes, les ayudaron e hicieron la
vida más agradable.
Finalmente, como quería volver a su tierra, consiguió volver
con Juana que lo hizo con lágrimas en los ojos, dejando un lugar donde eran
felices y tenían un futuro por delante. Al llegar a Albacete, habían cambiado porque traían un pedazo de
Cataluña que todavía guardan en su memoria.