A ver como lo diría yo… esto no es una ruta en bicicleta, es algo más… es pedalear, es naturaleza, es recorrer lugares a pie, comer, sentarse y disfrutar del paisaje, echarse la bicicleta al hombro en alguna ocasión. Vamos, que en mi caso la hice con la bicicleta de gravel y las zapatillas de montaña, con eso creo que lo explico todo. Porque haremos muchos kilómetros en carretera y de vez en cuando caminos, en mejor o peor estado y tramos que son incluso difíciles para andar. Tenía para elegir la bicicleta de montaña o la de gravel y no me equivoque con la de gravel.
Entre los lugares por donde pasa haremos los tramos en su mayoría de asfalto por carreterillas o pistas asfaltadas salvo el tramo de que va de los Callejones a Uña en el que deberemos ir por caminos y lo que es el acceso a la Raya a pateo y la bajada en senda que está fatal, también a pie.
En esta ocasión, antes de iniciar la ruta no se pudo tomar el habitual café con leche y tostada en la cafetería junto al Alcampo, pero subiendo la cuesta a mano derecha, se dio cuenta de esta gestión previa en una churrería buenísima que lleva un paisano de Munera, bastante recomendable.
La ruta pasa por los siguientes lugares que yo recuerde:
- La Ciudad Encantada. Llegaremos a tan singular lugar tras haber salido de Cuenca por la ribera derecha del río Júcar y lo haremos por senda y luego camino, terminando tomando la carretera asfaltada.
- El mirador de Uña. Esa carretera asfaltada nos irá subiendo poco a poco a la Ciudad Encantada con pendiente y una vez allí, podríamos hacer la visita por 5 euros sin subirnos a la bicicleta o desviarnos por un camino a la derecha que nos mostrará la laguna de Uña, el pantano de la Toba y el sendero de la Raya entre otras cosas.
- El Ventano del Diablo. Tras dejar la Ciudad encantada, comenzaremos una buena bajada en la que en su segunda mitad nos dejará el Ventano del Diablo desde donde poder mirar y admirar el Júcar encajado. Previamente podremos ver los puentes por donde discurre el acueducto que lleva agua de la laguna de Uña y la zona del ventano.
- Las Majadas y los Callejones. Legados al final de la baja en Villalba de la sierra, comenzaremos a subir nuevamente primero en curvas y luego en línea recta al pueblo de las Majadas donde repondremos agua. Desde allí buscaremos la siguiente zona que podríamos decir que es la más bonita del recorrido si cabe y que nos llevará a los Miradores, las Buitreras y el sendero de la Raya.
- Los Miradores. Zonas en lo alto de la roca desde donde poder ver un tremendo valle de roca caliza y disfrutar de los paisajes.
- Las Buitreras. Esto no tiene nombre, se van posando unas cuantas docenas de buitres en lo alto de la roca y se van dejando caer para retomar altura en círculos sin necesidad de aletear, tomando térmicas y luego pasan por delante de ti, se escucha el ruido al cortar el aire.
- El sendero de la Raya. Antes de llegar subes y bajas empinadas cuestas de caminos en regular estado. Llegado al desvío toca patear para llegar al sendero pero la recompensa de ir por ese lugar emblemático es impresionante. Tras las fotografías de rigor, vuelta a patear hasta la laguna de Uña salvo algún tramo en el que podremos subir en bicicleta aunque fuese de gravel como mi caso.
- Laguna de Uña. Merecido descanso a esta primera parte de la ruta en el que podremos degustar de un soberbio menú de 12 euros con sopa castellana y un churrasco o emperador plancha en el restaurante de la LAGUNA.
- El pantano de la Toba. Ahora quedan recorrer los siguientes 65 kilómetros pasando por pueblos como Beamud y Buenache de la Sierra, subidas y bajadas por lugares recónditos, tranquilos y de gran bellez, todo de asfalto sin nada de tráfico.
- El bosque muerto. En Buenache de la Sierra, alguien ha tenido la gran idea de crear un lugar con árboles secos que asemejan figuras humanas y animales, incluso se puede ver un partido de voleibol. Gran idea la de su creador.
Y tras otra subida más a Villalba de la Sierra comenzaremos una tremenda y larga bajada a la zona de la cueva del Fraile en el valle del Huecar que recorreremos hasta tomar la subida de la carretera que lleva al cerro del Socorro. A mitad, a mano derecha tomamos la senda que tanto me encanta y que tiene una fuente de agua fresca antes de llegar a Cuenca con unas vistas increíbles.
Para terminar, el puente, las casas Colgadas, la Catedral y la bajada a nuestro punto de partida donde una cerveza fresca con aperitivo da por finalizado un TREMENDO DÍA DE BICICLETA.