Esta mañana hemos celebrado que estrenábamos equipacioncillas, poniendo un punto de color (naranja), al ya saturado campo primaveral manchego. Si a ello le sumamos un almuerzo en el Emporium y una entrega final de trofeos a base de chorizos, guarras y similares con cerveza en Puertapedro, conocido bar albaceteño a pié de calle, el día no ha podido ser mejor.
Eso sí, Pedro, huérfano de Cabezuelo ha tomado el mando en las trialeras seguido de Jesús, sediento de sangre y bici nueva, mientras el que suscribe no conseguía que sus piernas reaccionasen a las empinadas rampas. Paco en su línea, imposible en su llano y pausadas tranquilas donde no hay rival.
Publico algunas fotos del evento, el resto en galeria.
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