Lo que voy intentando y con notable éxito, es ir abandonando el plato grande para lograr cadencia y no forzar demasiado, con lo que han salido 96 kilómetros en plan tranquilo y con sobra de fuerzas.
Después de tres días consecutivos de bicicleta de carretera, le voy cogiendo el gustillo a esto de rodar y rodar, pasando pueblos y encontrando amigos. Hoy le ha tocado a un compañero de trabajo y señora del que daré cumplida cuenta con un gran vídeo al efecto y música de los Roling Stones a petición suya.
Quien sabe, ahora que salgo sin madrugar y con "poco" tiempo, un día de estos me dará pereza volver a los "madrugones".
Eso sí, las ruedas tan finas en cuestas con sombra, carretera mojada y algo de hielo hacen que patine tanto en subida como en bajada, pero como vengo diciendo, no me puedo quejar, todo lo contrario.
Ya voy más tranquilo y me voy tomando tiempo para volver a tomar alguna fotografía.
La Ribera del río está seca y helada, pero resulta tan familiar que de cualquier manera gusta
1 comentario:
Me gusta ver las fotos que haces, que tienes tiempo y disfrutas de lo que mas nos gusta. Ya sabes.
" La vida nos sonrrie "
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