¿Quien me iba a decir a mis 12 años que con casi los 50 años iba a estar dando saltos con la bici y bajando por lugares que nunca podría imaginar. Ese chaval que iba por Albacete buscando alguna escalera que bajar con su BH de paseo plegable que siempre que bajaba y traqueteaba con ella terminaba rompiendose del cuadro. Es por ello, que con esa sensación de hacerte mayor y saborear las esencias de la bicicleta se hace esta ruta y otras tantas.
Curiosamente hubo conexión mental con alguien que trazó una carrera de Trail ese mismo día sin yo saberlo y que discurría por parte de nuestro recorrido. Tan solo coincidimos en una senda en la que vimos pasar a todos los corredores y a ellos animamos en sus grandes y pequeñas gestas de sus carreras a pie por la montaña.
Sin lugar a dudas, una gran ruta para una gran mañana de bicicleta.
Eso sí, con fuerzas y técnica tendrás un pequeño pateo puntual en subida en una senda, con menos fuerza y técnica tendrás que poner pie en tierra más de la cuenta.
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