Este ha sido el año de 50km, sin dudarlo se puede afirmar que hemos disfrutado como nunca. Hemos rodado, a veces más a veces menos, por donde hemos querido y todo ha sido un reto tras otro.
Comenzamos la temporada con una gran Kedada en Ayna junto a los Roblebike y los de Balazote. A ello le siguió la quedada en Balazote y terminamos cerrando la trilogía en Ruidera con la Titán y la quedada en Chinchilla. Hicimos otra Kedada en Chinchilla con los Poco a Poco y conocimos a los Liebres de Yecla junto a los que rodamos en Ayna y en mi caso, por sendas alicantinas.
Visitamos sierras murcianas como El Carche, Sierra Espuña, la Pila, recorrimos Cofrentes y el valle de Ayora, la Manchuela y la Sierra de Alcaráz, las Villas. Hicimos la ruta de la Serrana con 3.500 metros de desnivel, fuimos hasta Alicante por caminos, a Valencia por Dos Aguas, a la Puerta del Sol por caminos, 285 kilómetros.
Fuimos y volvimos a Cortes, hicimos sendas por Chinchilla con la luz del foco, compartimos comidas en familia y pasamos grandes días de compañerismo. Comimos todos los bocadillos que se pueden comer por todos los pueblos que pasamos, degustamos las mejores y las peores cervezas, igual con los cafés y carajillos, nos perdimos incluso alguna que otra vez.
Muchos amigos han pasado este año y otros se han quedado, han repetido como otras temporadas Ronal junto al que comenzamos los otoños, Jesús con el que afrontamos el invierno y Paco que viene y va según el mercado laboral. Conocimos en ruta a los hermanos "E", Eladio y Eugenio junto a los que hacemos piña. Fran, el de las Peñas de San Pedro, encontró lo que buscaba y compartió rutas con foco, superó cien, doscientos y casi llegó a los trescientos kilómetros.
Con la primavera asomaba Pascual, con el que hicimos grandes rutas y el amigo Alfonso que fue fichado tras una ruta de prueba de 40-50-60 kilómetros en los que no se quejó ni media, míralo ahora como va, compañero de fatigas del amigo Ramón, incombustible gasógeno el señorito andaluz.
Conocimos y salimos alguna que otra vez con los Llave Grifa, esperanza blanca de la bicicleta de montaña. Paco también ha traido al amigo Emilio pendiente de hacer grandes recorridos de los que poder recordar.
Un par de días nos acompañó Nilo que está intratable de lo fuerte que se ha puesto, Morcillo con el que fuimos al Molinar, Cristhian con el que subimos a Chinchilla, Fran y Pedro Lara con el que salimos por el Carche.
Un recuerdo a Rafa, amigo en tierras catalanas junto al que pudimos subir a lo más alto del Almenara y hacer un par de salidas por Alcaraz.
Posiblemente me deje alguno por el camino, pero sin dudarlo, gracias a todos los que habeis podido hacer que otro año más ruede el Quijote con su bicicleta por caminos de la Mancha.