La salida ha sido al amanecer desde las playas de El Campello con el horizonte color ocre, el pedaleo me ha llevado a subir por huertas y carreterillas y carril bici hasta San Vicente del Raspeig. La subida ha sido lenta, casi imperceptible, pero ya iban doscientos metros.
Luego, buscaba la Cañada del Fenollar y el inicio de la vía verde del Maigmo, la que unía el puerto de Alicante con Alcoy y ha quedado en paseo jalonado de todo tipo de arboles frutales y palmeras. Justo al inicio del puente y con 500 metros de acumulado, desvío a la izquierda par tomar el camino del Xorret con setecientos metros de desnivel que subir en una decena de kilómetros, los mejores, que nos llevan al Estrecho, el paraje del Xorret con su hotel y la matadora subida final al Balcón de Alicante donde poder ver con neblina la ciudad.
A continuación, una senda de las que piden a gritos doble suspensión, ruedas taqueadas y protecciones. El que suscribe, baja el sillín y hace lo que puede con la suerte de no tocar suelo, menos mal. A continuación, camino asfaltado rumbo a Venta Xirau.
En el descanso, tras 60 kilómetros y piernas castigadas en la bajada, cosa curiosa, agua fresca y bocadillo al canto. A continuación y con desvío camino al pantano de Tibi, a buscar una senda nueva que cargadísima de piedra me dejaría a la entrada de San Vicente que cruzaría como alma que lleva el diablo.
El resto, lo mismo que al inicio y vuelta a casa que se hace tarde y nada mejor que agua a raudales para sofocar tanto calor y cansancio matutino.
Eso sí, los vídeos con el arnés de pecho van a quedar de impresión, ya daré cuenta de ello.
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